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lunes, 28 de septiembre de 2009

Herencias


Nunca como ahora, y tengo ya unos años, he sido testigo de tanta queja, tanta insatisfacción, tanta ambición absurda, tanta vacuidad en los valores individuales y sociales, y nunca como ahora, a pesar de la tan traída y llevada crisis, se ha disfrutado (¿?) de tantas cosas superfluas…

No voy a afirmar que todo está bien ni tampoco puedo olvidar a aquellos que carecen hasta de lo más básico frente a los que en el mundo “desarrollado” nadamos en la abundancia más escandalosa. Aún así, creo que la vida, contemplada de manera objetiva, es una experiencia tremendamente bella, enriquecedora, llena de posibilidades, de libertad para hacer de nuestro paso por este mundo algo que tenga sentido aunque sólo sea para nosotros mismos. Por esto, me parece absurdo medir la felicidad, el éxito o el fracaso a través de logros materiales.

Cuando llega el momento, por poner un ejemplo del que todos participaremos antes o después, de tener que despedir a alguien querido, en medio del dolor que esto causa, por el inevitable vacío que se produce en el corazón de quien lo ama, es cuando se es consciente de que todo lo que se pueda poseer, no aminora en lo más mínimo el dolor que se pueda sentir o que aquello que el que se marcha poseyera a nivel material, que en ocasiones ha sido acumulado a través del esfuerzo de toda su vida, es lo único que no puede llevarse al otro mundo, sin embargo, si aquel de quien nos despedimos deja un legado de amor tras de sí, en todas sus vertientes, sabemos que partirá acompañado de la paz y la felicidad que esto proporciona y que dejará a los suyos una estela de dulzura que nunca olvidarán.

Ésta y no otra es la herencia que deseo dejar a los míos…

jueves, 24 de septiembre de 2009

Tus ojos...


Cuando era niña decían que para tener hijos había que casarse y encargarlos a Paris, y de allí, en una fábrica de bebés, los elegía la cigüeña encargada de todo aquello para llevarlos a su destino, no sin antes procurar que el bebé se pareciera a sus padres.

Aunque fuera una historia absurda basada en esa vertiente pecaminosa que tenía la sexualidad en la cultura judeo cristiana, a mí me hacía una ilusión tremenda levantar la vista al cielo y ver volando una cigüeña porque pensaba que un bebé iba a llegar a cualquier hogar donde lo esperaban con ilusión y me planteaba cuántos encargaría yo cuando fuera mayor…

A ti no te encargué, viniste por decisión propia, y creo que eres de lo mejor que me ha pasado en la vida; nunca imaginé que un hijo pudiera enseñar tanto hasta sin mediar la palabra.

Y es que, desde que te miré a los ojos, nada más nacer, porque eso es lo que más llamó la atención de ti cuando llegaste a este mundo, supe que tú y yo íbamos a entendernos, con sólo mirarnos.

Así que, esta vez pasé de todos los consejos de “no cojas en brazos a la niña porque luego no quiere estar en la cuna” o “sólo dale de comer cada cuatro horas porque si no, te tiene todo el día atada y se convertirá en una tirana”. ¡Qué tontería! yo nunca he creído que un bebé sea un tirano; es simplemente un ser desvalido, desconcertado y asustado por lo que supone pasar de estar en un lugar perfecto, acogedor, seguro, como es el seno materno, a todo el guirigay de este mundo en que vivimos y necesita amor para poder seguir adelante.

Cuando llorabas te tomaba en mis brazos y te acunaba cantándote muy bajito, para no asustarte, y si tenías hambre, a cualquier hora, te acercaba a mi pecho y te dejaba ahí mientras acariciaba tu cabecita; tú me mirabas fijamente con esos ojos negros bordados de pestañas, y, al rato, te quedabas plácidamente dormida y yo te contemplaba durante horas hasta que volvías a llamarme… Si no podías dormir, te tumbaba boca abajo sobre mí de forma que tu cabecita descansara en mi pecho y pudieras oír mis latidos; tomaba uno de tus pequeños pies en mi mano para darte un masaje suavecito en esa zona que me habían contado que favorecía la calma y entonces sonreías con cara de felicidad.

A veces venía a mi memoria el cuento de la cigüeña y yo misma sonreía, ya que la belleza de la realidad no puede compararse con ningún cuento.

Pero a ti no te trajo la cigüeña, viniste porque quisiste, porque alguien te dijo que yo siempre te había esperado

Aún hoy, que ya eres adulta y que cada cual hacemos nuestra vida, tus ojos siguen hablándome sin palabras.

(P.D. jajajaaa: Vale, admito que puede existir algo de eso que llaman “pasión de madre”)

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Redes


Hace poco recibí una invitación a una nueva red social, un “lugar” que en principio se mueve por el bien común, donde se intercambian de manera, más o menos altruista, las cosas más insospechadas, y no sólo objetos como podría ser un rascador para gatos o una vajilla completa, sino, por ejemplo, masajes terapéuticos, reiki, compañía para quien se encuentre solo o conversaciones en otros idiomas, recetas o clases de cocina… Todo a cambio, únicamente de tiempo; tiempo como “moneda” para disfrutar de cualquiera de las cosas que allí se ofrecen.

Me llamó la atención y hasta me gustó el concepto por el que se mueve dicha red, sin embargo, en cuanto la palabra “red” aparece en el panorama, una servidora se pone en posición defensiva… Sí, de acuerdo, Internet es una red y aquí estoy y en ella realizo gran parte de mi trabajo, pero estas otras, y hablo de las más conocidas en las que se mueve todo el mundo, en las que parece que si no estás, no existes o eres una cacatúa o una remilgada, hacen que suenen mil señales de alarma en mi interior…

En resumen, que prefiero no existir a que me empujen y me observen por todos lados o que tengan acceso a una foto que yo haya puesto en lo que creo que es sólo mi espacio y el de mis invitados y ésta pueda ser utilizada bien o mal pero sin saber yo por donde y con quien anda, por no hablar de que los datos que incluyas al inscribirte, permanecen siempre allí aunque te des de baja, aunque los mismos sean ficticios, pero no todos toman esta precaución, que por otra parte no resulta ser tal, puesto que en las conversaciones que mantengas, siempre se vierte algún detalle de tu vida real a disposición de cualquiera que pueda entrar, y más si ese cualquiera, tiene alguna intención no del todo transparente.

Eso sí, con todos mis respetos para los que disfruten de dichas redes…

domingo, 20 de septiembre de 2009

Algunos de los principios que me impulsan en el camino


No hables de quien no está presente, pero si has de hacerlo, olvida su nombre


Cuando pierdas, olvida la derrota y guarda la lección.


Olvídate de tus enemigos, después de haberte puesto en su lugar, y dejarán de existir.

Recuerda con respeto y agradecimiento a quien te hizo bien.


Honra siempre a tus mayores; sin ellos no existirías...

martes, 15 de septiembre de 2009

Independencia


La más alta cualidad de un ser realizado consisten en ser independiente de la buena o mala opinión de los demás. (Abraham Maslow)

La libertad es, precisamente, la firmeza para construir de manera independiente, el propio camino.

Tanto el principio como el fin del mismo residen en lo más profundo del alma.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Y... VII (El viaje)


De repente fue consciente de lo que estaba ocurriendo, pero a pesar de eso, se resistía a creer que… Así que, los verdaderos manipuladores no eran los Salvadores… ¡El Grupo de Pensadores! Y él había caído en la trampa…

De manera que llevaba todo este tiempo renunciando a la auténtica libertad sólo por apoyar a quienes se resistían a dejar que este planeta ascendiera en su nivel, simplemente por ostentar el poder… ¡Qué inocente había sido! Estaba apoyando al lado oscuro, pero de no ser por esa experiencia, no habría llegado a confiar en aquellos que tanto le habían ayudado…

Entre tanta confusión, le vino algo a la memoria y se dirigió rápidamente al hall donde Sinem le había dejado algo al despedirse con la promesa de no abrirlo hasta estar seguro de necesitarlo. Abrió el pequeño paquete que había encima de la mesita y sacó un colgante con el anagrama de la Confederación, el mismo que llevaban Los Salvadores; se detuvo contemplándolo y a continuación lo colgó con orgullo de su cuello. Ahora sí, acababa de elegir su destino… Lo conectó y sintió una paz inmensa, y en contra de lo que pudiera parecer, se sintió verdaderamente libre.

Unos minutos más tarde, recibió una video llamada de Sinem. Notó al S1 como emocionado y pensó en el implante que perdió en el accidente… Jajajaaa, rió Sinem, leyéndole el pensamiento... Pero amigo mío ¿De verdad crees que perdí algo en el accidente? ¿Cómo puedes pensar que todo lo ocurrido obedece a la realidad? Esa versión que hicimos creer a los Pensadores es una farsa para ganar tiempo y darles la oportunidad de rectificar a través de los informes que vas presentado.

¡Me siento tan feliz por ti! Eres el segundo humano de los cien que están en tu situación que se ha colgado el distintivo: ¡Bienvenido a la luz! ¡Ah! Y no te preocupes por el informe; ya lo he pasado en tu lugar. Pero, preguntó él: ¿Por qué no los detenéis por las buenas? Te dije que la elección aún está en vuestras manos; tenemos establecido un tiempo para aprender, un tiempo para la reflexión, y finalmente, otro periodo para decidir en qué lado quedarse… Os lo debemos y respetaremos lo que finalmente queráis hacer. Libre albedrío ¿Comprendes?

El continuó interrogando: ¿Y los que elijan quedarse con ellos? Seguirán su camino, amigo… Pero a partir del momento final, no podrán nada contra los que hayáis decidido integraros en la luz; estaréis fuera de su alcance, a tal punto que ni siquiera percibirán vuestra existencia, y te aseguro que absolutamente todos los humanos, viviendo diferentes experiencias, tendrán la oportunidad de elegir.

Perdió la noción del tiempo sumergido en sus reflexiones en medio de ese nuevo sentimiento de paz, felicidad y equilibrio que iba aumentando a medida que conectaba con su parte más profunda. Cuando las luces empezaron a perder intensidad, fue consciente de que había comenzado el horario restringido y como cada noche, se dirigió al Módulo de Entrega. Al sentarse en el sillón se dio cuenta de que el casco para la misma no se encontraba en su lugar; había simplemente una especie de pantalla de color plateado de unas diez pulgadas donde instintivamente colocó su mano derecha y al hacerlo, una voz conocida, la de su amigo Sinem le dijo: Prepárate, viajamos a Sirio…
*
*********************** FIN *******************

lunes, 7 de septiembre de 2009

Pensadores VI (La Revelación de Sinem)


Lo primero que pudo percibir, no sin sorpresa, en su contacto con Sinem fue una forma diferente de ver la vida, sin intereses de tipo particular, envuelto en esa consciencia de ser parte de un todo que les conducía a moverse a través de lo que un humano podría denominar amor incondicional, por lo tanto cualquier actividad, actuación o decisión carecía de egoísmo o interés alguno por ocupar un lugar destacado en la comunidad, por ensalzar el ego o por enriquecerse.

Estos contactos le apasionaron porque, de alguna forma, ellos encarnaban todo aquello que los humanos añoraban interiormente desde que adquirían uso de razón, pero que por unos u otros motivos, salvo excepciones, no habían conseguido a nivel especie.

A medida que iba conociendo a Sinem y aprendiendo de él, más se cuestionaba la labor del Grupo de Pensadores ¿Y si sus objetivos no fueran todo lo elevados que parecían?

Tenía que dar puntualmente, informes de sus contactos con el S1 y así lo hacía, pero lo que le extrañaba, era que por parte de la SPU que era quien recibía dichos informes, no había ningún tipo de reacción, ninguna muestra de sorpresa o de extrañeza por lo que él aportaba en los mismos, que no era ni con mucho, parecido a la información extendida por el planeta con respecto a los Salvadores.

Cuando llevaba, aproximadamente, tres meses en contacto con Sinem, un día llegó éste y le dijo: Amigo, prepárate porque dentro de unos días vamos a viajar a Sirio juntos; quiero mostrarte cómo nos desenvolvemos en nuestro mundo, muchos de nuestros avances tecnológicos y algunas otras cosas… Los que nos encontramos aquí, estamos adaptados, aunque sea artificialmente por el momento, a esta dimensión; nuestra labor consiste en procurar que vosotros lleguéis al punto de poder vivir sin nuestra tutela, y ése es nuestro único objetivo; después, cuando haya unos resultados palpables, daremos la opción, tanto a los humanos como a los habitantes de Sirio y Las Pléyades, de elegir el lugar donde vivir...

Puedo hacerte una pregunta, Sinem? ¡Por supuesto! Para eso estoy aquí… ¿Por qué nos imponéis este modo de vida? Es muy sencillo, amigo… A base de repetir un comportamiento positivo, éste queda grabado en la memoria del alma y llega a hacerse cotidiano porque en un sistema dual siempre vence la luz y la conciencia la reconoce y la adopta emitiendo mensajes al subconsciente. Te repito que hubiera sido fácil dejar que os extinguierais, suponíais un peligro para el resto, incluso hubo opiniones en contra de esta ayuda que os estamos prestando, pero muchos confiábamos en vuestra fuerza interior, en vuestra esencia, que al fin, es la misma que la nuestra, sin embargo, habéis estado muy condicionados por el lado oscuro; ha habido demasiada intervención de esa parte al ver que erais los únicos susceptibles de manipulación por el nivel energético en el que os movéis…

Ellos fueron los que desactivaron diez de las doce hélices de vuestro ADN, mutilando, de esa forma muchas de vuestras capacidades, y aún así, habéis conseguido grandes logros, grandes avances a nivel humano y espiritual, cosa que ha sido valorada y determinante para que pudierais seguir adelante como especie…

¿No comprendes lo que está ocurriendo, amigo mío? Aún se os está dejando elegir hacia donde dirigir vuestros pasos… Sinem guardó silencio y a los pocos minutos, añadió: Creo que me voy a arriesgar a darte un solo dato; cien localizadores hiperbólicos cayeron en el mismo momento por todas partes de este planeta con idénticos resultados para el “afectado” y el mismo número de S1 están en contacto con humanos desde entonces, aunque seas tú el único dentro del Grupo de Pensadores…

Dicho esto, terminó con su visita, pero antes de marcharse añadió: Piensa en todo lo que hemos hablado y decide tú mismo sobre el informe que debes presentar, pero no lo hagas antes de reflexionar y meditar tal como te he mostrado en estos tres meses.

Se quedó pensativo delante del ordenador donde debía escribir el informe para el Grupo… Sabía de la capacidad telepática de Sinem; sabía que la revelación no era algo casual sino que había sido hecha en el momento oportuno…

sábado, 5 de septiembre de 2009

Pensadores V


Al principio de la Salvación se pidió a los humanos, una especie de colaboración o correspondencia por la ayuda recibida, algo que parecía extraño y difícilmente comprensible; consistía en una entrega energética diaria a la que denominaron Servicio Solidario a la Comunidad Planetaria (SSCP)…

Siendo cierto que, de no ser por la intervención de los Salvadores, la humanidad hubiera desaparecido víctima de los efectos de las radiaciones nucleares, de las enfermedades pandémicas y de la falta de medios para subsistir, al no motivarse claramente el objeto de esta colaboración, había una especie de insatisfacción velada en dicha entrega.

Para cumplir con el SSCP, únicamente había que sentarse durante diez minutos, a partir de las doce de la noche, hora en la que comenzaba el horario restringido, en un cómodo sillón (en cada vivienda existían tantos como sujetos) y colocarse un “casco inalámbrico acumulador” que era lo que constituía el Módulo de Entrega.

Por los estudios realizados en los laboratorios de los Pensadores, al colocarse el casco, eran emitidos una serie de estímulos generados a través de ultrasonidos que imitaban acciones de la vida real humana, de forma que el cerebro recibía órdenes en los distintos sectores del movimiento, del pensamiento, de las emociones, poniendo en marcha los mecanismos correspondientes y generando, de forma artificial esta energía que, al parecer, era lo que los salvadores necesitaban para subsistir.

Al finalizar la misma, el sillón giraba colocándose en posición horizontal y desde la Central de Descanso, en pocos segundos, se provocaba un sueño inducido a toda la población, además de que el cansancio, después de llevar a cabo dicha entrega, era prácticamente insuperable sin las seis horas de sueño establecidas, al finalizar las cuales se procedía al despertar general para comenzar la jornada.

Él siempre tuvo, a pesar de todas las ventajas de la nueva forma de vida que, a veces pensaba que eran las suficientes como para validar la otra vertiente, la sensación de haber sido mutilado en esa parte que hace de los humanos seres interiormente libres, y no sólo por la extrema vigilancia y control a los que la humanidad había sido sometida sino por la desaparición de forma paulatina de la capacidad de decidir sobre la propia vida, incluso de las diferencias y particularidades propias de la especie…

Sin embargo, pensaba… ¿Por qué no creer que alguien más evolucionado como los salvadores actuaran de manera altruista, con medidas dirigidas únicamente a garantizar el bien universal? Esta pregunta se la repetía cada vez que comprobaba la equidad y la justicia existentes en el mundo, la ausencia de diferencias sociales, la desaparición del hambre, de la pobreza, de la delincuencia…

También se preguntaba qué otra forma de establecer el orden podrían haber adoptado teniendo cuenta la historia de la humanidad, las condiciones y el caos a las que habíamos llegado... Y las respuestas no acudían claramente a su ánimo; temía estar luchando injustamente, pero esperaba encontrar respuestas con el contacto que iba a establecer con el S1. Y de nuevo sintió que esta actividad clandestina tenía sentido

La SPU se puso en contacto con él a las dos semanas de la propuesta. Quedaron en verse en una zona remota del bosque donde el grupo de Pensadores había construido una especie de nave subterránea protegida de cualquier intrusión externa como localizadores, rastreadores y radares.

Acudió a la cita tomando las mayores precauciones para no ser localizado, y al llegar se encontró con la SPU acompañada de los miembros del Consejo Universal llegados de todos los países del planeta; tuvo una rara sensación al entrar en la sala, una especie de remota percepción que quiso quitarse de la cabeza…

La labor que se le encomendaba era contactar con el S1 liberado dos veces a la semana en su propio domicilio puesto que al S1 le resultaría más fácil desplazarse sin ser minuciosamente observado, que a él mismo, a pesar de que los primeros estaban controlados a través del microchip que llevaban colgando del cuello con el anagrama de la Confederación Planetaria Universal con todos sus datos incluidos en el mismo, pero no eran sospechosos de traición como podría ocurrir con un humano, puesto que estaban “preparados” para la fidelidad absoluta, y no podían cuestionarse nada fuera de ello.
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A través de sus contactos con Sinem, el S1 liberado, pudieron saber que estaba totalmente prohibido por el Código Ético de la Confederación intervenir en el destino de otros planetas con una evolución inferior, salvo que como en el caso de la Tierra, estuvieran en peligro las especies, y las de nuestro planeta, y no sólo la humana, eran especialmente valoradas por nuestras características no sólo físicas sino emocionales, con lo cual fue una decisión Universal la de intervenir para salvarnos.

Él tenía especial interés en comprender el para qué del SSCP y Sinem, que era un muchacho alegre y generoso, encantado con el cambio producido por la pérdida del implante intentó explicárselo de forma que pudiera comprenderlo.

Necesitaban de los humanos aquello que podía mantenerlos, no ya vivos, sino materializados a nivel de la tercera dimensión que era la que imperaba en la Tierra, y sólo podían conseguirlo, participando de nuestra energía. Sinem reía a carcajadas cuando le contó sus temores consistentes en que los Salvadores fueran una especie de vampiros que, a través de la Entrega Energética sometieran a la raza a la esclavitud. Nada de eso era posible para un ser de Sirio o las Pléyades, ni siquiera el planteamiento cabía en su ánimo.

¿Para qué necesitaríamos esclavos si nuestra evolución, tanto física como tecnológica cubre cualquier necesidad a nivel vital? Es cierto que los implantes nos privan de esa “vida” tal como vosotros la entendéis, pero sabed que moverse por otras dimensiones, no sería posible con la densidad energética que vosotros poseéis, moriríamos en un ataque de rabia, de codicia o de odio o con cualquier emoción de semejante intensidad y los implantes están dirigidos, no ya a suprimirlas puesto que están superadas y controladas, sino a prevenir que esto pueda ocurrir.

Vosotros contempláis todo en términos de bueno o malo; nosotros superamos ya esa etapa hace muchos siglos, lo que no significa, que al movernos en esta dimensión, no apreciemos lo que vosotros llamáis libre albedrío, que lo que proporciona, además de aprendizaje, son emociones incomparables, algo que nuestra memoria genética tiene prácticamente olvidado y que consideramos una etapa diferente y desde luego, esclavizadora en cierta manera.

No sabéis nada de nosotros porque no comprendéis nuestra forma de ser y tampoco os habéis interesado ni utilizado eso que llamáis empatía, por no hablar de agradecimiento, y esto os hace suponer que queremos dominaros o explotaros… Hubiera sido muy fácil dejar que os extinguierais, pero poníais en peligro el bien común Universal, y al margen, cualquier ser vivo merece la oportunidad de rectificar y eso es lo que estamos procurando. De acuerdo que las medidas adoptadas han sido duras, pero si piensas un poco más allá del ego, os hemos protegido, por ejemplo, de los políticos, aquellos de vuestra especie que sí querían esclavizaros, someteros, explotaros, y con vuestra mente habéis interpretado que los hemos llevado a nuestro terreno para potenciar nuestro poder… ¡Qué equivocados estáis! No necesitamos ese tipo de poder para nada, es absolutamente asqueroso aprovechar la debilidad ajena para beneficio propio.

Sinem, al darse cuenta de que estaba siendo presa de la ira, sonrió llevándose las manos a la cabeza y guardó silencio durante unos minutos en los que él se quedó pensando en la información recibida y las lágrimas acudieron a sus ojos…

De repente observó al S1 que, frente a él levitaba como a unos diez o doce cms del suelo; guardó silencio admirando el semblante del muchacho… Su gesto era de una paz absoluta, como si hubiera contactado con algo que le equilibraba a niveles para él incomprensibles; lo comparó con un ángel o con la idea que él tenía de los mismos…

martes, 1 de septiembre de 2009

Pensadores IV


A la mañana siguiente, al despertar, lo primero que acudió a su memoria fue la propuesta de la que había sido objeto y pensando en los beneficios que se podían obtener para el Grupo de Pensadores y consecuentemente para todos los humanos, decidió aceptar. Así se lo hizo saber a la SPU y ésta quedó en avisarle cuando todo estuviera preparado.

Salió temprano para el trabajo pensando en lo afortunado que era por haberle sido encomendada una labor que le satisfacía. Antes de la guerra era un funcionario que se dedicaba a tareas administrativas en un organismo oficial. Cuando todo cambió después de tomar los Salvadores las riendas del poder, organizaron un sistema laboral nuevo dirigido a restituir y mantener vivos al planeta y sus habitantes para lo que adoptaron nuevos objetivos y una filosofía muy diferente y sustancialmente mejor, en esencia, que la anterior, y lo cierto es que, en principio, todo parecía perfecto.

Su trabajo consistía en la medición y mantenimiento de un sector de los espacios verdes repoblados, cosa que hacía desde una de las Torres de Control Informático, diseminadas por todo el planeta; la que él ocupaba, junto con otras cien personas dedicadas a distintas labores, estaba situada en el centro de las cuatro mil hectáreas de terreno que les habían sido encomendadas. Desde su puesto de trabajo, no sólo realizaba esas labores de medición sino que también llevaba a cabo la supervisión y estado de los seres vivos cuyo hábitat constituía ese espacio verde en el cual desarrollaba su trabajo.

Los aparatos que se manejaban eran tan sofisticados, que sólo tenía que dirigir el visor existente encima de la pantalla de su ordenador hacia un punto, para poder ver la extensión de terreno que delimitara, aumentado y con todo detalle, podía incluso detectar anomalías en el terreno con una precisión milimétrica y saber el estado de sus habitantes (fauna y flora) a través de los cambios de color y temperatura de la imagen obtenida, hecho del que informaba, si ocurría, al departamento correspondiente para que se llevaran a cabo las medidas de rescate y tratamiento oportunas.

De lo que más disfrutaba era del paseo diario en el Vehículo de Supervisión Personal, algo parecido en la forma a un pequeño reactor monoplaza de los antiguos, que funcionaba con una batería del tamaño de un paquete de tabaco y tenía una autonomía de 2000 km, manejado con un solo mando y que planeaba por encima de bosques y jardines, deteniéndose en vuelo en el lugar que necesitara y, pudiendo tomar tierra con solo reducir la velocidad y descender sin necesitad de pista de aterrizaje; podía también navegar por los lagos que allí se encontraban divisando el fondo en pantalla y con la posibilidad de recoger muestras.

En el nuevo mundo, no existía la propiedad privada; todo pertenecía al Gobierno y se trabajaba únicamente para subsistir, y a eso iban dirigidos los salarios, en los que no había diferencia monetaria alguna debido a que cada cual, en el ámbito en el que realizaba su función, cumplía con las necesidades para las que su puesto de trabajo había sido creado. Unido a esto existían lo que se llamaban “estímulos laborales” que consistía en que si el Gobierno era regularmente informado, a través de los Supervisores Virtuales de que un sujeto cumplía fielmente con las labores encomendadas dentro y fuera de su puesto de trabajo, aportando mejoras, era premiado con una serie de “estímulos” consistentes en pantallas panorámicas de TV, muebles para la vivienda diferentes a los módulos de origen con los que se entregaron las mismas, viajes a diferentes lugares dentro y fuera del planeta, y hasta permisos para ser padres.

Esto último sólo podía llevarse a cabo entre los veinticinco y treinta y cinco años, después de ser objeto, la pareja, de una selección de celular genéticamente perfecta, produciéndose el embarazo a través de implantes de embriones desarrollados por fecundación in vitro. Los nacimientos eran programados una vez que se iban produciendo bajas en la ciudadanía ya que el Gobierno no permitía que la población creciera sin control, de manera que un embarazo espontáneo, como ellos lo denominaban, no era considerado viable y suponía un delito de los más graves que podían cometerse.

Contemplado objetivamente, nuestro planeta, podría parecer un mundo perfecto, porque las grandes diferencias a todos los niveles existentes antes de la guerra, habían sido solventadas, pero lo cierto es que, absolutamente todo, estaba programado, y ahí es donde nacía la insatisfacción de nuestra especie ya que no se respetaba la iniciativa privada, ni había libertad de movimientos en ningún ámbito de la vida; todo estaba vigilado y controlado tanto a nivel público como privado, incluso el trayecto que había de recorrerse desde la vivienda al trabajo, por poner un ejemplo. Las viviendas que proporcionaba el sistema, tenían cámaras con sensores de movimiento en cada rincón, incluidos los más íntimos, y si bien era cierto que, pasados no más de tres años, la delincuencia se había reducido prácticamente a cero, había algo que ningún humano con uso de razón suficiente para ser consciente, aceptaba…