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lunes, 20 de diciembre de 2010

Hablar con uno mismo (TrAbalEngÜas)


Hablando a veces contigo,
sin sonrojo comentamos,
cuando tú hablas contigo y yo lo hago conmigo…
Y sabiendo lo que sabemos
yo de ti y tú de mí,
juntos acabamos riéndo
Yo contigo, yo de mí...
Tú conmigo, tú de ti...
Eso, sí…
Con todos nuestros respetos,
llegando a la conclusión,
que no está mal escucharse,
ni tampoco responderse,
que cuando no hay otro en el juego,
el hablar con uno mismo
podría llegar a ser, sano, lícito y certero

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Sin escribir


Esto no es un post, no estoy escribiendo, aunque a simple vista tenga toda la pinta de hacerlo; es una especie de grito ensordecedor, eso, sí: Sin sonido…

¡Ah! Entonces no puede ser ensordecedor, ¡Es un contrasentido!

Y es que hoy, parte del día, o al menos la que más me afecta, ha sido un contrasentido que evitaré describir para no herir sensibilidades…

Lo que sí es con toda seguridad, es una rabieta que he estado queriendo evitar durante unas cuantas horas, pero ahora, que tendría que estar durmiendo, estoy delante de este teclado sin escribir/escribiendo…

En consecuencia, lo que parece que se lee, no son letras formando palabras ni palabras formando frases ni frases expresando nada con una mínima coherencia para el que entre a este blog, pero a medida que "no escribo", me voy tranquilizando, que en realidad era lo que quería hacer porque creo que nadie debe irse a la cama enfadado; el día ha de terminarse en paz para llegar en ese estado al momento más oscuro de la noche y contemplar el amanecer con una sonrisa.

Sí…Ya tengo la sonrisa casi dibujada, al menos un primer boceto que iré perfilando poco a poco con el sueño…

El motivo de mi enfado se empieza a diluir, así que, me voy a abrazar a Morfeo a falta de otros brazos que han volado, como por encanto, camuflados entre un texto de ida vuelta…

viernes, 3 de diciembre de 2010

Metas


“Aprenderás que no importa donde llegaste sino a donde te diriges y si no lo sabes cualquier lugar sirve” (W. Shakespeare)

El simple hecho de no pararnos, de seguir adelante aún en las condiciones más adversas, está en sí mismo revestido de éxito, puesto que la vida no es más que un “desplazarse hacia”, a veces con una dirección concreta y otras simplemente con el único objetivo de la búsqueda en sí, superando etapas, ya que el llegar a la meta implica un fin, pero cuando ésta no está planteada, no existe el fracaso y cualquier experiencia será positiva en términos de aprendizaje.

Desde este punto de vista, no existen caminos inapropiados, lo que no quiere decir que caminemos sin ningún sentido sino que, si nuestra brújula interior sigue el camino del corazón, difícilmente nos equivocaremos lleguemos donde lleguemos...

Creo que, si forzosamente hubiéramos de plantearnos una meta que sirviera para toda la vida, ésta sería el llegar a nosotros mismos, al conocimiento de la propia esencia y por lo tanto a la comprensión del otro y de la vida.

domingo, 28 de noviembre de 2010

Vivir por vivir


No, no quiero terminar el día, aunque ya es mañana e irme -hoy- a dormir… Dentro de un rato amanecerá como cada amanecer y la vida se sucederá a sí misma con lo que corresponda vivir en ese momento que, como aún no existe, no necesito conocer su contenido…

Pero sí, me encuentro feliz… Con motivos o sin ellos, aunque digan que todo es el efecto de una causa, y aunque no me preocupe en este momento cuál sería, si es que existiera, la causa concreta generadora de este efecto. Si la buscara, saldría de este estado, me trasladaría al pasado; moriría o mataría este instante, que parece que se extendiera en la flexibilidad del no tiempo, en la eternidad del presente continuo no sujeto a medidas.

Paz

Calma

Felicidad

Plenitud

Soledad llena, más allá de mi identidad, más allá de todo lo que me rodea, más allá de pasado y futuro…

Y sintiendo lo que siento parece que aquello a lo que me he dedicado hoy-ya ayer-: Vivir el instante, disfrutar de cada pequeño detalle, en un día en el que no he salido, no he comprado, no he hecho nada especial más alla de…

...Vivir por vivir...

Quizá sea ésa y no otra la causa,

quizá no exista causa alguna...
***
¿Por qué habría de existir?

miércoles, 24 de noviembre de 2010

¡Carta Blanca al Destino!


¿Por qué consideramos que pasamos malas épocas o periodos negativos de nuestra vida cuando las cosas no salen como nosotros, mentalmente nos proponemos o proyectamos?

Suele pensarse que todo va bien cuando en nuestra vida no existe lo que calificamos de situaciones adversas, problemas, contratiempos, circunstancias que nos alteren anímica o emocionalmente… Así que, si esto último ocurre, nos encomendamos (según las creencias de cada cual) a la fortuna, al santo de turno o a esa energía que nos tranquiliza poniendo como premisa que la solución ha de ser X… Para conseguirlo, algunos rezan, otros ponen toda su fuerza mental en lo que desean conseguir y muy pocos, esto suele aprenderse a base de tropezones, desean que ocurra lo mejor para el propio desarrollo o aprendizaje, dejando en manos del destino la solución y prestando atención a lo que va ocurriendo, a como se desarrollan los hechos y reconociendo que no siempre la solución pasa por que todo se facilite de forma que no haya que sufrir ni que esforzarse o que desaparezca aquello que nos está alterando.

Apoyando esta "ley del mínimo esfuerzo o de la tontería borreguil", se han puesto muy de moda esas técnicas que prometen que a través de su práctica se consigue todo cuanto se desee, bien sea abundancia material, amor, trabajo, salud y que Fulanito, el inventor de turno de dicha técnica comprobó en sus propias carnes, consiguiendo el oro y el moro… Y repito la misma pregunta ¿Por qué todas estas u otras tantas “bendiciones” han de producirse en el momento que a nosotros nos convenga? No está mal el deseo de la felicidad, de hecho es recomendable buscarla y mantener una actitud abierta y positiva, pero el pretender que lo mejor que pueda ocurrirnos sólo abarque el mundo de lo que se considera (“ahora sí- ahora no, ahora sí- ahora no”…) “positivo” que nos llegará a través de esos deseos mantenidos o súplicas repetitivas, es mucho suponer…

Puede que en determinados momentos, no sea lo que más conviene puesto que venimos a este mundo para aprender y hay diferentes formas de hacerlo y una de ellas es llegar a valorar lo que tenemos o lo que perdemos si no somos capaces de hacerlo.

Así que, si de verdad queremos vivir una experiencia real porque sea la que nos corresponda y poder gozar de una vida plena…

¡Carta blanca al destino!

lunes, 22 de noviembre de 2010

LIBRE (El tren de la vida)


No siempre las cosas son lo que parecen o suceden tal como se espera, de modo que llegado al punto en el que se encontraba y aunque en principio se sorprendiera, no sin cierto dolor, por esa ausencia inesperada, decidió continuar sin hacerse preguntas o sentirse traicionado, a pesar de que por un corto intervalo de tiempo, sólo los instantes que tardó en decidir tomar el tren prescindiendo de la compañía, no pudiera evitar que alguna lágrima se deslizara por sus mejillas.

Aún así, volvió a mirar hacia el control de equipajes por si aparecía en el último momento, a continuación echó un vistazo al móvil y siguió adelante sin dudar…

Ya acomodado dentro del tren, cerró los ojos, respiró hondo y sintió que una ráfaga de ilusión le invadía por completo: Ya no esperaba nada...
*
¡Qué curioso! Se sentía completamente libre, pensando mientras disfrutaba de esa sensación, que no hacía más que un momento se había sentido casi decepcionado, abandonado por la ausencia de quien durante tanto tiempo estuvo a su lado, pero al decidir no detenerse, al no querer iniciar el proceso de lamentaciones que su ego le proponía, otro horizonte más sutil se había iluminado y ya casi no recordaba que tuvo que, en medio de la confusión del momento, reunir todas sus fuerzas, dejar atrás, casi sin tiempo para pensar, parte de aquel equipaje demasiado pesado para una sola persona y seguir adelante en solitario..

LIBRE…

jueves, 18 de noviembre de 2010

Vida intermitente o la prisión de la mente


A veces se puede tener la sensación de que la vida se detiene, nos golpea gratuitamente y nos abandona, como si surgieran, al margen de nuestra voluntad, paréntesis en la existencia, como si la vida se convirtiera por arte del azar en un ente con voluntad propia, culpable de nuestro peregrinar intermitente por la misma, llegando incluso a considerarla una especie de tirana que nos maltratara a su antojo.

Sin duda nuestras circunstancias marcan y condicionan el modo de vivir, principalmente las que afectan a la supervivencia y se puede comprender que, en este caso, cualquier objetivo vaya dirigido a ese fin, pero no es a eso a lo que me refiero sino al hecho de detener nuestro caminar cada vez que surge un contratiempo más o menos grave, a someter o condicionar nuestro pensamiento, nuestros actos, nuestro ánimo, nuestras relaciones, nuestra felicidad, al fin, a ese hecho como si no existiera nada más en nuestra vida.

Con el tiempo comprobamos que todo pasa, que todo se resuelve de una u otra forma, y el resultado es que se desperdician ocasiones de vivir experiencias que nos hubieran enriquecido, que quizá hubieran hecho la circunstancia en cuestión más llevadera aunque sólo fuera por el hecho de ocupar nuestra mente y nuestro tiempo en otras cuestiones. Nos damos cuenta de que hemos dejado atrás cosas importantes, que muchos de los nuestros se quedaron en el camino, que quizá nunca volvamos a tener la oportunidad de vivir determinadas experiencias que ignoramos o soslayamos al condicionar nuestro mundo y todo lo que en él había a ese acontecimiento

Por lo tanto, no está mal desear que el destino sea amable, dulce, generoso, pero conviene ser conscientes de que son nuestras respuestas y nuestras decisiones las que determinan la naturaleza del “por-venir” y de las circunstancias asociadas al mismo…

Aunque el futuro no exista…

martes, 9 de noviembre de 2010

Sueños del otro lado


¿Los muertos sueñan? Se preguntó mientras intentaba moverse sin conseguirlo creyendo haber despertado como cualquier otra mañana. Un recuerdo agradable le hizo cerrar de nuevo los ojos…

Se encontraba en un jardín caminando sobre una alfombra de flores de todos los colores, era como transitar una primavera ideal, una especie de eterna y equilibrada juventud de la que participaba junto a la naturaleza que la envolvía mientras se llenaba de una sensación amorosa… Sintió que no estaba sola, que era una pieza más de todo aquello que estaba disfrutando, sin atisbo de separación…
Era ella, sí, pero al mismo tiempo se sentía: árbol, agua, tierra, aire, luz…

De todo aquel paisaje comenzaron a emerger rostros conocidos, queridos; una especie de eclosión, de florecimiento de aquel Universo particular que contenía todas las formas de vida…Abrió sus brazos con ánimo de abarcar ese Universo que despertaba sus más profundos sentimientos, lo mejor de sí misma…

Al cabo de unos segundos, sus manos descansaban en su pecho, como si todo lo experimentado en esos instantes, cupiera en el abrazo, como si con ese gesto, hubiera tomado conciencia de todo el amor que podía albergar un corazón. Allí también percibía la energía de aquellos a quienes tanto había amado al otro lado, formando parte del sentimiento global, sin diferenciar, pero presentes en su alma.

Se repitió a sí misma que habría otras ocasiones, otras oportunidades, pero no era momento de pensar en esto. Recorrió el paisaje con su mirada, levantó su vista al cielo y pudo sentir una lluvia de estrellas, de todas las que su vista alcanzaba, iluminando su alma.

sábado, 6 de noviembre de 2010

Vida y muerte...


Llegamos solos a este mundo y también nos vamos solos, y aunque haya quien lo entienda de una manera trágica, tiene su parte de belleza ya que sólo podemos entrar tal como somos y salir de la misma forma; en estos dos momentos no hay disfraces, adornos ni mentiras…

Vida y muerte son partes de la misma energía, la de la existencia que sería imposible sin alguna de las dos, por lo tanto querer aislarlas o separarlas es un error absurdo…

Nuestra cultura ignora la muerte como si no existiera, como si fuera el desenlace fatal de la vida, quizá porque se identifique con el fin y aunque algo de verdad hay en eso, sería únicamente el final referido a una etapa, pero está más que demostrado que también hay vida en lo que entendemos por muerte, aunque sea otro tipo de vida que no incluye la existencia tal como la concebimos asociada a la individualidad, a la particularidad…Sería una vida que alimenta o genera otra, la energía que nos anima dispersándose o más bien dirigiéndose a integrarse en otra, en una escala diferente, eso sí, pero existiendo en otro nivel…

Otra cuestión sería qué dirección o destino adopta esa parte de energía que nos ha identificado y diferenciado de los otros, a la que hemos pertenecido, y aunque no es el tema al que me refería, quizá parte de su destino descansa en el recuerdo, en el amor, en el corazón de aquellos con los que nos compartimos, lo demás entraría dentro del apartado de las creencias o del misterio del más allá…

sábado, 23 de octubre de 2010

Anónimos


Creo que, posiblemente, los mayores protagonistas, para bien, de la historia de la humanidad son, han sido y serán tantos seres anónimos conocidos exclusivamente, por los que tienen cerca física y emocionalmente, seres humanos que ni destacan ni quieren hacerlo, públicamente, que difícilmente serán mencionados en los medios de comunicación o en la literatura o en santoral alguno; seres sin cuyas acciones, la vida, hubiera sido, sería, diferente para muchos, personas que pasan por el mundo dejando una estela de amor, de generosidad de compasión, que no necesitan más que el reconocimiento de su propia conciencia.

Hoy quiero enviar un recuerdo cariñoso, un pensamiento, una oración a una de estas personas, la más bondadosa y sencilla que he conocido nunca, aunque ni siquiera diga su nombre porque estoy segura que no le hubiera gustado que lo hiciera.
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Sé que vivirás para siempre en ese "paraiso" hecho de amor desinteresado en el que tú creías

jueves, 21 de octubre de 2010

Elecciones sin urnas ¿eh?


No me gusta, más allá de elecciones u obligaciones personales, que nada me domine, ni mis ideas, ni creencias, ni inclinaciones, ni aficiones ni modas; detesto depender de nada ni nadie; sentir que no soy libre de decidir mis propios pasos…

Vivimos en la era de las dependencias, en este mundo todo apunta hacia direcciones preestablecidas y esto hace que en ocasiones actuemos como autómatas sin darnos cuenta de ello, y aunque, en general, nos sintamos seguros andando por caminos conocidos, se intenta que no apreciemos que nos re-direccionan continuamente, y como hay cosas que no se pueden evitar porque vivimos en un mundo diseñado por intereses ajenos, más vale que al menos, seamos dueños de nuestros pensamientos para poder decidir, dentro de las posibilidades que están a nuestro alcance, lo que hacemos.
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Por ejemplo, en algo tan aparentemente simple como comprar comida, se percibe el influjo de la publicidad; consiguen lo que persiguen que es una respuesta inmediata al ver el producto y muchos no pueden resistirse a comprarlo como si de un acto compulsivo se tratara, confieso que ante el lavado de cerebro al que nos someten en los medios, he podido comprobar mi propia tendencia, eso sí, absolutamente reprimida (hasta ahora) por mi voluntad de hacerlo.

Si te mueves por cualquier centro comercial, y miras a un lado y otro, vas reconociendo esos cereales tan buenos que potencian que tu jornada comience con mejor humor o los yogures que te aportan defensas y vitalidad llenando tu vida de color; te diriges hacia otro lugar y hay un capitán con nombre de pescado que hace felices las cenas infantiles, y el café que hasta San Pedro desea por encima de la gloria (aquí puedo hasta darle un poco la razón al santo, jajaa). Por no hablar de lo seductor/a que puede hacerte un perfume o lo “guay” de tomar un cóctel de moda ya embotellado.

Incluso el lenguaje de los famosos, marca tendencia, y por mí, que cada cual hable como quiera, pero me da como penilla lo de la escandalosa uniformidad que cada vez se extiende más; siento que somos una especie de ejército de hormigas dirigidas por gigantes invisibles de corazón vacío y bolsillos nunca suficientemente llenos: “Desde el minuto cero”, “Negar la mayor”, ¿”Vale o no vale”?, “A día de hoy”, “Dicho esto”…, etc…

En fin, ya sé…

Por lo demás, que tengan un día estupendo y si emplean este lenguaje, son ustedes muy dueños…

lunes, 18 de octubre de 2010

Al amanecer


Te despides de las sombras alumbrando al nuevo día,
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Emerges lenta, suavemente, tiñendo de color la lejana línea,
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bocetando sus contornos con finos y precisos trazos
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dibujas el astro, los campos, la vida…
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Fiel compañero de mis despertares, amigo,
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desde aquel primer instante en el que al salir del túnel
.
abracé este mundo.

sábado, 16 de octubre de 2010

¿Confesiones inconfesables? Así soy yo...


Hablaba de dios, en la contestación a un comentario del post anterior . Como ya sabrán los que me lean, no creo en ese dios tradicional, lejano, cruel e impertérrito de la Biblia, es más, yo diría que tengo hasta rechazo por esa figura tan lejana al ser humano.

Siempre he mantenido que la espiritualidad, algo muy diferente a las religiones, es algo íntimo y personal, pero para sorpresa de propios y extraños, resulta que soy muy devota del arcángel San Miguel, de hecho tengo su imagen por ahí en este blog y en algún lugar de mi casa.

Alguien me dijo un día que los ángeles están hechos de los sentimientos de dios y me pareció una descripción preciosa, dulce, amorosa, así que empecé a encomendarme a esa energía, a poner velitas dirigidas a esos sentimientos, y no me pregunto si es real o imaginario, pero me siento acogida, amparada, segura… ¿Será que los seres humanos necesitamos algo de este tipo?

Así que:

Si alguien me dice que se encuentra mal: velita y oración al arcángel San Miguel…

Si alguien de la familia, amigos conocidos, etc. Tiene que pasar por una situación que le inquieta… Velita y oración al arcángel San Miguel

Si estoy triste.. Más de lo mismo…

Al final, Dicho arcángel es para mí un buen amigo, un compañero, una especie de presencia que me alivia y me consuela…

Ya sé…(¿¿¿¡¡¡ ¡!!???)

¡Pues así somos los seres humanos!
.
Así soy yo...
.
P.D. Se admiten y comparten risas y sonrisas :)

viernes, 15 de octubre de 2010

Aysss...


Hay momentos, a lo largo de la vida, en los que se siente al ego llamar a la puerta del sinsentido y todo gira en torno a nuestra supuesta inocencia con respecto a lo que nos ocurre, principalmente si es motivo de sufrimiento o preocupación.

¿Quién va a tener la culpa sino “otros” de lo que a mí me ocurre? Nos dice la sorda vocecilla de la víctima que hay en cada cual…

Como si los acontecimientos que llegan a nuestra vida los eligiera cualquiera que no fuéramos nosotros mismos, para hundirnos porque sí, por el gusto de fastidiar…

Como si cada cual (salvo excepciones) no tuviera suficiente con su vida, sus problemas y sus propias miserias para andar –además- pensando en la forma de fastidiar al de al lado…

En esos momentos no imaginamos la satisfacción que puede llegar a producir saberse responsable de aciertos y errores, el peso que se aligera en el ánimo al absolver al prójimo de culpas y reconocer las lecciones que a causa de nuestra actuación acertada o no, hemos aprendido a lo largo de nuestro recorrido vital.

Porque la aceptación de esas lecciones es, precisamente, la que nos proporciona dignidad humana pudiendo reconocernos dueños de nuestro destino y por lo tanto de nuestra vida, percibiendo, de esta manera, nuestra libertad de elección y acción y, por añadidura, poder comprender y apreciar al otro, siendo capaces de ponernos en su lugar.

miércoles, 13 de octubre de 2010

No me conformo


No me conformo tan solo con aquello que puedo ver, tocar, sentir, escuchar…
.
No me conformo con las rutas de los mapas que otras manos han trazado,
.
Seguir sintiendo -sin ver- emerger otra mirada inundada de paisajes
que aún no han sido dibujados
.
Con otro tacto, acaricio la estela de las caricias,
rozo besos con mis labios y al hacerlo se convierten
en algodón de colores volando en el firmamento
.
Sin oír sonido alguno, en lo más hondo percibo
canciones sin partitura
que emanan de lo profundo
del alma del infinito
.
No, no me conformo con vivir un solo mundo
si puedo volar en muchos…

lunes, 11 de octubre de 2010

Tonterías


Aunque parezca un contrasentido para quien me conozca, resulta que me fío de mis sensaciones, lo confieso sin ruborizarme nada, y me da alegría cuando tengo alguna positiva porque me sube la energía, no sé explicarlo, pero es como si todo estuviera a mi favor y no hago más que sonreír y esperar a ver por donde llega el feliz acontecimiento…

Normalmente, no sé qué va a ocurrir, porque de vidente no tengo absolutamente nada, es más no creo en los que dicen serlo, y no creo porque aún no me he encontrado con ninguno, pero siempre ocurre algo positivo, o negativo cuando la sensación es la contraria, aunque esta última procuro contrarrestarla con unas cuantas dosis de “yo-puedo-más-que-tú”, cosa que recomiendo a quien pueda percibir este tipo de sensaciones.

Ahora espero en positivo y estoy tontamente ilusionada…

Pero sí… Me gusta sentir esto, aunque sea una tontería.

sábado, 9 de octubre de 2010

Pre-ocuparse (De tú a tú)

Te acercas a mí lleno de inquietud por algo que te ha sucedido; te sientes ansioso y bloquedo. Al terminar de contármelo, me pides un consejo…
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No te pre-ocupes, te digo. Seguramente era necesaria esta experiencia. De hecho, ahora, al contármela, te planteas cómo afrontarla. Mi consejo es que te ocupes en adoptar una actitud desde el/tu entendimiento esencial que voy sondeando con mis preguntas, ya que no puedo (no debo) transmitirte o desvelarte lo que yo he sentido o lo que yo haría porque anularía tu derecho a descubrir/te en esta vivencia concreta.
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Sabemos que el pre-ocuparte te aturde y te bloquea, así te encuentras ahora, además de hacer que te proyectes en algo inexistente incapacitándote para actuar en el momento oportuno que es justo el preciso instante en el que decides hacerlo a través de la compresión profunda a la que me refería, pero has de dejar que las emociones y el miedo se asienten.
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Date tiempo, piensa y espera el momento; deja el futuro para cuando llegue
.
Si acaso llega...
.
... Mientras tanto, no te pre-ocupes

viernes, 1 de octubre de 2010

Un pensamiento, un instante...


Dulce sensación la de sentirse dueño del tiempo, de la propia vida,
como si éste y aquella fueran solo producto de la voluntad,
–Quizá lo sean-,
Aún cuando se desconozca si existirá un mañana…

¿Qué es el mañana sino el resultado del vivir en este instante?

Y soy ahora…

Dejar que todo suceda sin someterse, sin someter…

Poder elegir la dirección, el sentido de los propios pasos con libertad e independencia,

sin carecer de lazos personales,

pero de suaves lazos

y no de cadenas,

de libertad de entrega

y no de condena.

Fluir por todo aquello que nos hace humanos

¡Son tantas cosas!

Hacer de la vida un sereno paseo por el destino

Decidir si decidimos...

lunes, 27 de septiembre de 2010

Hoy es mañana


Termina la semana o empieza la próxima, ya presente en mi reloj, que se iniciará -para mí- con la interrupción del sueño armonizado por el despertador de la mesita de al lado. Sí, digo bien: Armonizado…

Porque empiezo la semana con el objetivo de vivir mejor que hasta ayer, y no me preguntes por qué, simplemente porque me doy esa oportunidad y el lunes es un buen día para iniciar un proyecto tan importante como abrirse un poco más a la vida, lo que no significa que no lo sea cualquier otro, pero yo elijo el lunes...

No han sido malos los anteriores, sino lo que debían ser aunque algunos se hayan alargado a mucho más de veinticuatro horas, y seguirán, los próximos, siendo lo que deban pero yo no quiero tener la sensación de que no formo parte de todo esto, que es algo que en ocasiones me ocurre, pero también eso tendrá su sentido para poder contemplar los hechos con la perspectiva objetiva del espectador.

En fin, hasta mañana, aunque ya sea mañana...

domingo, 19 de septiembre de 2010

Y...


A veces, cuando las cosas se ponen difíciles, tenemos la tentación de preguntarnos cómo sería nuestra vida de no haber dado este o aquel paso e imaginamos algo mejor, más fácil, más feliz, siempre seguros, aunque sea por poco tiempo, de que evitar los errores sería algo beneficioso. De lo que no nos damos cuenta es de que si nuestra vida no hubiera sido tal y como la vivimos, nosotros no seríamos quienes somos.

Pues bien, prefiero ser yo a ser otra, porque si esto ocurriera tendría que conocerme y francamente, a estas alturas, me da mucha pereza volver a empezar…

Por lo tanto… Prefiero no saber cómo sería, si...

Y…

Gracias a la vida…

lunes, 13 de septiembre de 2010

Noticias...


Accidentes de tráfico, muertes por violencia de género, desmantelamiento de redes de narcotráfico, robos, actuación de mafias de prostitución, catástrofes… Así comienzan cada día las noticias en todos los medios. ¡Ah, por dios! Me olvidaba de los deportes y el tiempo…
.
¿Cuántos ciudadanos somos en el mundo? La cifra es exorbitante, comparada con los hechos relatados en cualquier página informativa en la que, por supuesto y sin querer minimizar todas esas desgracias en las que hay seres humanos implicados, víctimas, en la mayoría de los casos, del mundo y el sistema de vida que hemos creado entre todos, porque no nos engañemos, todo es producto de lo mismo si se analiza en profundidad, y si directamente alguien no siente esto como propio, es porque no analiza la situación sinceramente, ya que se puede ser culpable por acción o por omisión, pero sólo el hecho de ser ciudadano de este mundo y participar de él, ya nos coloca en situación de responsabilizarnos de muchas cosas que ni nos paramos a contemplar.

Me pregunto en muchas ocasiones, al servicio de quién están los medios de comunicación, si existe de verdad independencia informativa para acceder a la noticia y ofrecerla sin más filtros o intereses. ¿Por qué no hacer a los ciudadanos partícipes de tantas verdades ocultas, de multitud de noticias que se silencian porque no interesa que se sepan, y si finalmente los medios participan activa y voluntariamente de esa especie de conspiración del silencio en la que se excluye a los ciudadanos de a pie que posibilitan que el poder, en sus diferentes vertientes, esté donde está.

Si cada uno editásemos nuestras propias noticias, la mayoría de ellas serían positivas ya que hay mucho más de esto último en la vida de cualquiera. Sí, hay gente en situación de indefensión; hay guerras e injusticias, lo sé y todos debemos ser conscientes de ello, y esa consciencia obliga moralmente a actuar en la medida que cada cual pueda o alcance, no a contemplar los hechos como si no fuera con nosotros que parece que es lo que muchos, desde sus privilegiadas atalayas, pretenden que se haga, o al menos así lo creo yo… Convendría saber, conocer la realidad, y de eso, me parece que se nos ofrece bien poquito… Verdades a medias que al final no son más que mentiras interesadas, que no por ello piadosas…
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A lo que iba es a lo de las noticias y mi noticia de hoy es que en lo personal, existen sucesos de toda naturaleza en mi presente; algunos me preocupan y entristecen, otros, aun existiendo los anteriores, me hacen feliz y me esperanzan y sería tonto entrar en especificar más porque solo quiero significar que Hoy es un gran día porque estoy viva y eso llena mi mundo de posibilidades, entre otras cosas porque esa vida, sólo por existir, me ofrece un sinfín de opciones, por ejemplo poder transformar o luchar para que esos aspectos que me pueden parecer negativos, se conviertan en todo lo contrario porque así lo deseo, porque pongo y voy a seguir poniendo todo mi empeño, mi confianza y mi fe para que así sea, y desde luego, mientras esté en este mundo no pienso tirar la toalla; no voy a conformarme con lo que otros quieran darme si no es porque así lo elijo con mi propia libertad...

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Valles Montañas y Pruebas


Vamos viviendo cada cual como mejor sabe o puede, con las opciones que elegimos de acuerdo a lo que nos va llegando porque somos humanos y no experimentamos más que sucesos humanos por mucho que algunos se empeñen en querer ser protagonistas de circunstancias extraordinarias. Si bien reconozco que todo es especial o extraordinario en cuanto a lo particular, no nos ocurre ningún acontecimiento para el que no estemos preparados, ya que lo que sí creo es que la vida es una sucesión de hechos encadenados y relacionados o dicho de otra forma el efecto de una causa.

Como dice el budismo Zen, en la vida hay que experimentar todos los estados, por lo tanto pasamos por experiencias que nos sitúan en la cima de la felicidad o del gozo y por otras que podrían situarse en el lado contrario; unas y otras forman parte de la misma, y es precisamente el cómo lo que nos da el índice de nuestro desarrollo, de nuestro aprendizaje, de si aplicamos la experiencia cuando el momento se presenta.

Es fácil estar en la cima, nos sentimos merecedores de este estado, pensamos que hemos trabajado para llegar a él, que es el claro efecto de una causa conocida… Sin embargo, por lo general, resulta más difícil pensar lo mismo cuando la experiencia es la contraria ya que, como en la primera, el ego hace su aparición esta vez para justificar, para lamentarse, para eludir el dolor.

Pues sí, el valle, también posee su particular belleza, sería la “prueba” para volver a escalar hacia una cima más alta, y no es que haya que disfrutar con el dolor, sino que éste, ofrece la oportunidad de comprobar precisamente lo que antes citaba: Cómo lo afronto, qué mecanismos utilizo, de donde me llegan las respuestas, si soy capaz de saber ver y vivir la experiencia como algo positivo para mi desarrollo…

Saber y poder llegar a sentir, que este paseo por el valle, también es algo propio, que nos llega por una causa concreta y que un día (aunque en el momento duela) será algo que recordemos como una prueba maestra preludio de una gran experiencia personal…

miércoles, 25 de agosto de 2010

¡Abran juego, señores!


Se habla, cada vez más, de un nuevo fin del mundo hacia el final de 2012. Existen todo tipo de teorías sin una base sólida, todo hay que decirlo, sobre este supuesto.

Se afirma, no sé si con algo de rigor u objetividad, que la fecha exacta se recoge en los textos mayas; otros que se llaman a sí mismos contactados, exponen que en esa fecha acudirán al rescate de unos cuantos (justos) cuya superioridad con los demás no está bien definida, unos supuestos "seres de luz" existentes en otras dimensiones para llevárselos en unos vehículos (invisibles, claro...) que, ni Asimov en sus mejores momentos, hubiera llegado a inventar. También por aquí aparecen (¡cómo no!) las profecías de Nostradamus cuya interpretación se lleva cada cual a su terreno, dejando al autor a la mismísima altura del betún, por la cantidad de versiones diferentes que de ellas se hacen, y para ser sincera, lo cierto es que no hay quien las comprenda ni aún echándole toneladas de imaginación.

Pues bien, a lo que iba es a que a mí, me da exactamente igual si el mundo termina dentro de dos años, dos meses o dos semanas porque voy a seguir haciendo lo que hago hasta este instante, ya que, sea por esa vía o por la del mismísimo “cólico miserere”, lo real es que la vida tiene principio y fin y desde luego el sistema, el momento o la manera a través de la que la misma termine, no lo conocemos por mucho que sobre ello se especule.

Eso sí, si se trata de jugar a “Jueguecitos Modernos”, pues …

¡Abran juego, señores!

lunes, 23 de agosto de 2010

Susurros del alma


La experiencia me susurró sin voz ni palabras:

Acepta la tristeza, vívela intensamente
y después impúlsate a través de ella.

No permitas que te arrastre a la depresión porque dentro habita un ser
con tentáculos muy poderosos: La víctima

Seguí mi camino sin volver la cabeza
y encontré la alegría.

miércoles, 18 de agosto de 2010

Más allá



El entendimiento consciente es una experiencia interior imposible de definir ¿Quién puede definir un amanecer? ¿Quién percibe en su totalidad el momento preciso en el que la luz vence a la oscuridad? Sabemos que sucede, lo contemplamos con los ojos físicos en el momento en que los contornos del paisaje se dibujan, primero sutilmente y después, a medida que el astro se posiciona en el firmamento, con mayor claridad, pero antes de que amanezca en la mirada, de que nuestras pupilas reflejen la luz, es el alma quien se ilumina.

De la misma forma, cuando se comprende una experiencia desde la esencia, uno sabe que ahí está, que nunca más mirará hacia dentro con duda, pero no es capaz de explicarlo con palabras…

Seguramente cuando un científico consigue llegar a la comprensión de un fenómeno y trata de exponerlo, siempre hay un detalle, por pequeño que sea que permanece ahí vagando del alma al intelecto; las fórmulas, las teorías, incluso los ensayos de laboratorio, se acercan a la “verdad”, pero nunca llegan a definirla con exactitud plena. Es como tratar de explicar un sentimiento, una ilusión, un sueño: Faltan palabras…

Por todo esto, pienso que el ser humano ha de vivir más allá de lo que puede explicarse, que el camino interior se va construyendo paso a paso, fluyendo por el entendimiento propio, dejando que todo suceda más allá de coordenadas físicas. Creo que es la única manera de llegar…

… Más allá de las metas, en la propia voluntad de caminar que conduce a la experiencia y define la vida sin palabras.

lunes, 16 de agosto de 2010

Matices...




Casi todo el mundo sabe, incluso aunque no pinte, que existen tres colores primarios: Amarillo, azul y carmín. De esos tres colores, mezclándolos en diferentes proporciones, surgen el resto y en el blanco están contenidos todos mientras que el negro es simplemente la ausencia de luz…

Pues bien, de la misma manera, la vida está llena de matices; hay pocos absolutos o ninguno en la práctica, con lo cual, dependiendo del momento, del estado de ánimo, de las circunstancia que nos rodeen, hay diferentes formas de ver las cosas, por lo tanto, ateniéndose a la experiencia, se puede tener una idea más o menos aproximada de las respuestas que surgirían en diferentes situaciones, pero como decía, hay matices y dentro de estos matices, variaciones...

No es necesario ni siquiera aconsejable pasar del blanco al negro en un solo paso a riesgo de deslumbrarse, y desde luego presuponer que alguien va a tener una respuesta determinada a un estímulo concreto, es arriesgarse a equivocarse.

Creo que, en cualquier situación hay que relajarse y contemplar los hechos con distancia, cosa que difícilmente puede llevarse a cabo cuando se está en el ojo del huracán, con lo cual lo mejor es esperar a que todo se asiente sin dar pasos definitivos, dar tiempo al tiempo y después actuar serenamente. De esta forma pueden evitarse muchas tragedias y víctimas innecesarias.

No siempre un golpe de efecto, abundando en lo de los matices y variaciones, coloca lo lanzado en el lugar que se suponía, por eso no me gustan los golpes de efecto (excepto en tenis) sino la acción directa pero en su momento.

Y en la misma linea de que no existen los absolutos, no siempre se cumple la máxima de que a una acción le sigue una reacción…
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No siempre...

sábado, 14 de agosto de 2010

El sentido de la acción


Creo que en el vivir, las cosas no pueden hacerse porque sí, ni siquiera, exclusivamente por obligación y tampoco por devoción; creo también, que hasta lo más nimio en el discurrir de la existencia, tiene un sentido preciso.

Encontrar el sendero propio hacia lo que debe ser, pero no por cumplir con normas impuestas sino por sentir que algo se ilumina a medida que se avanza en la acción; algo propio que hace que una ráfaga de equilibrio te posea, más allá de lo que externamente pueda percibirse, por expresarlo de alguna forma

Cuando esto ocurre tienes la certeza de que determinada acción abre una puerta, y esta puerta sólo se percibe a través del sentimiento de que lo que se abre es la posibilidad de dibujar la ruta exacta hacia el paso siguiente.

Y es que en el vivir, una acción determinada, tiene principio pero nunca termina. Para que se entienda, es algo así como limpiar: Hoy puedo hacer que los cristales resplandezcan, pero dentro de unos días, tendré que repetir la acción y más adelante hacerlo de nuevo, pudiendo pensar que no tiene sentido tanta repetición, pero sí lo tiene; todo tiene sentido, aún cuando nuestro paso por este mundo tenga un límite, pero los límites, están sólo en la mente, en la dimensión física.

La energía que nos anima no sabe de límites, simplemente es y existe.. O¿Debería cambiar el orden de los factores?
...
Quizá no comprenda por qué los demás actúan como lo hacen y puede que esto les ocurra a los demás con respecto a mí, pero si lo que nos mueve a unos y a otros es el sentido de la acción, todos podemos saber que cada cual tiene sus razones.

domingo, 18 de julio de 2010

¡Hale! A la playita...


Debe ser que yo soy un poco rara, pero detesto, desde los doce años hasta el presente, lo de ir a la playa, o para ser más exacta, ir a la playa para bañarme y tomar el sol…

Ayer viendo un reportaje (con todos mis respetos, eso sí..) de cómo pasa mucha gente sus vacaciones, se me ponían los pelos de punta…

Eso de levantarse por la mañanita temprano, desayunar y darse prisa para bajar a la playa antes de que se llene, y una vez allí, y sólo para empezar la jornada, darse un baño de agua helada que deja rastros de salitre por toda la piel y bien de arenita pegada por las piernas en cuanto se dan dos pasos camino del metro cuadrado de la toallita… Sentarse sobre esa toalla en contacto con un suelo que de limpio tiene bien poco, o en el mejor de los casos “pillar” una hamaquita usada anteriormente por miles de personas, claro, porque lo de bajar con la sombrilla y las sillitas plegables desde el apartamento “en primera línea de playa”, ya me parece demencial, y a renglón seguido: ¡Hale a tomar el solito! Eso sí, escuchando lo que hablan todos los que nos rodean a una distancia de, como mucho metro y medio a pesar de que nos importe muy poco su vida y la de sus conocidos, pero no sólo eso, sino oler sus olores, a bronceador, al bocadillo de media mañana, (clamando interiormente cuando empezamos a escuchar el melodioso sonido del papel albal, por que no sea de sardinillas en aceite que tiene ácidos omega 3), a la cervecita del aperitivo con sus papitas fritas y luego tener que escuchar lo de “¡esto es vida!”…

Caso de que, queriendo evitar lo expuesto en el párrafo anterior, se te ocurra ponerte cerca de la orilla, sin hamaca ni toalla que poder plantar en la arena porque está mojada, pues lo más probable es que te caiga encima una pelotita de esas de goma maciza, de las de jugar a las palas o que los niños al pasar corriendo te salpiquen de agua y arenita con esa piel que se te ha puesto a 50 grados de temperatura en veinte segundos, aproximadamente, y que encima ni te has dado cuenta, porque al estar en la orilla, la brisita va refrescando la piel sin que te enteres de que te estás torrando sin remedio a pesar del bronce de protección 90, eso sí, con su perfumito a cocos salvajes del caribe…

En fin, que yo, lo de las vacaciones lo entiendo de otra manera…

miércoles, 14 de julio de 2010

Recuerdos...


El lento navegar de la memoria


en el sutil velero de los tiempos,


Disuelve los recuerdos del pasado


en el latiente lienzo de tu pecho.


No es posible retornar desde tan lejos,


no alcanzan nuestras manos extendidas


las caricias que murieron en los dedos...
.
.

sábado, 10 de julio de 2010

Me he dado cuenta...


Creo que voy a hacer un apartado con el título: “Me he dado cuenta”, que es algo que me ocurre mucho últimamente, debe ser porque, llegada al punto en el que me encuentro, he aprendido a disfrutar de esos buenos momentos que hace unos años me pasaban desapercibidos y haberlos “haylos” porque una servidora se dedica a buscarlos, más bien a reconocerlos, con el mayor de los afanes, pero no esos grandes momentos con acontecimientos extraordinarios que se esperan en la juventud pensando en el largo futuro que se tiene por delante, sino, cosas normalitas, cotidianas, dándome cuenta de que no necesito mucho más…

Cosas como dejar de complicarme la vida a lo tonto preocupándome por posibles sucesos que, en el caso de que lleguen, les prestaré mi atención en ese momento, dependiendo cómo sea el momento, pero que mientras ocurran o no, pues estoy en lo que estoy.

Y en realidad, de lo que me he dado cuenta es que la vida de cualquiera, véase yo misma, está compuesta de instantes cotidianos, simples y ordinarios y son de ésos de los que se nutre el alma, sin negarme en absoluto a vivir grandes sucesos (y)* pero, que pensándolo bien, de ésos hay más bien pocos comparados con el resto de lo que se vive…

Así que, señoras y señores, servidora, para soportar mejor los treinta grados que tenemos en Madrid en este preciso instante, se va a tomar una horchata heladita con dos bizcochitos con aroma de limón, que sin duda, con la que está cayendo, me va a proporcionar un gran momento, je, je...

* ;)

miércoles, 7 de julio de 2010

Otras guerras...


Hablando de guerras…

Hoy en día, además de todas las guerras oficiales o extraoficiales, subterráneas, declaradas, secretas, frías o calientes que a cualquier ser de buena voluntad nos indignan y averguenzan, existen otras... Guerras permitidas en las que pocos reparan o califican como tales y muchos participan como mercenarios de forma activa o pasiva; guerras que producen daños de incalculable importancia, tan incalculable que son ataques directos al mundo emocional de tantos y tantos seres humanos.

Guerras cuyo principal proyectil es la palabra, palabra pagada porque la mayoría de las veces va cargada de dinero sucio o de ansias de poder, ornamentada por la falta de respeto, de ética, proyectiles devastadores que pocos se atreven a detener.

A diario se contempla, cómo desde los medios de comunicación, sin sonrojo ni compasión alguna, se destapan, se airean, se desgranan las vidas e intimidad de personajes conocidos, bien sean del mundo del corazón, de la política, de instituciones religiosas o incluso de quienes, de no ser por sus miserias, siempre hubieran ocupado las filas del anonimato.

Lo peor es que nadie, ni siquiera la justicia pone límite a esta locura y este tipo de actitud empieza a verse como algo normal, sin importancia, como una actividad más para el tiempo de ocio.
.
¡¡¡Bla... Bla... Bla.../ Ratatatá/ Boooooom!!!

lunes, 5 de julio de 2010

Otros mundos...


A medida que voy viviendo, es decir, a medida que voy experimentando sucesos de todo tipo, me doy cuenta de que las creencias, por su carácter subjetivo, son algo que sólo tienen valor para cada cual; soy también consciente de que no por ser propias han de tener un valor absoluto ni siquiera para mí misma, ya que las de cualquier otro, incluso contrapuestas a las mías, estarán revestidas del mismo valor para el sujeto en cuestión y las de ambos, unidas a la evolución y por tanto al cambio.
En consecuencia, cada cual vive y se desarrolla en su propio mundo tanto interior como externo, ya que también este último está sujeto a una particular visión.

Todo esto me afianza, aún más en que si existen unos valores que deberían ser universales, éstos son el respeto y la flexibilidad, valores que debieran inculcarse desde la más tierna infancia.

Porque no hay amor sin respeto ni puede existir respeto sin flexibilidad.

Creo que, actualmente, los mayores conflictos surgen de las diferencias de tipo político y religioso y me vienen ahora a la memoria las sabias palabras de un hombre de paz: El Dalai Lama, quien, como respuesta a una pregunta de un reputado teólogo sobre cual era la mejor de las religiones, respondió:

“Es aquella que te hace mejor, más compasivo, más desapegado, más amoroso, más humanitario, más responsable, más ético. La religión que consiga esto de ti, es la mejor”

Creo que la política debería, también, orientarse en esa dirección y sin duda, el mundo sería otro.

viernes, 2 de julio de 2010

Señales...


Hasta que no se comprende que vivir no es huir de la tristeza, del dolor, de la enfermedad, del infortunio… No se puede empezar a vivir…

Nos pasamos la vida buscando la felicidad, cosa que es perfectamente lícita y comprensible, pero con frecuencia equivocamos el camino eligiendo el de la huida de todo aquello que interpretamos como infelicidad, desaprovechando oportunidades de oro cuya superación nos llevaría, sin escala alguna, al bienestar.

A fuerza de tropezar y caer, llega un momento en el que se comprende que la resistencia al destino o dicho de otra manera, a aquello que nos llega para nuestro propio aprendizaje, es el peor error que podemos cometer, ya que el destino no se cansará nunca de indicarnos los pasos necesarios para llegar a ser nosotros mismos y está claro que con “señales” cada vez más claras para que comprendamos….

lunes, 21 de junio de 2010

Direcciones


En el mundo físico, el norte es siempre el norte y saberlo, indica dónde se encuentran las otras direcciones para poder orientarse. En el mundo interior la dirección no la marcan las coordenadas físicas y por lo tanto hemos de atender a otros criterios.

¿Qué puede delimitar o decidir entonces la dirección que se adopta? ¡La brújula interior! Y resulta que aquí priman otros valores y el norte se decide a través de los sentimientos, de la experiencia, de lo que personalmente nos nutre, pero no sólo a nivel personal porque vivimos en un mundo que participa de nuestros actos.

Lo que uno entiende como conveniente ha de medirse por coordenadas diferentes a las físicas o materiales, renunciar a lo puramente personal, a lo que podría parecer evidente ¡Tantas veces hay que debatirse entre lo que nos gustaría y lo que debe ser! Tantas veces abandonar caminos fáciles, sin considerar si el decidir otros rumbos es lo más acertado… ¿Y si luego descubrimos que nos equivocamos?

¡El riesgo de vivir!

martes, 15 de junio de 2010

Música celestial... (Recuerdos)


No se cansaba de mirar por el orificio de aquel tubo mágico y contemplar los innumerables paisajes de colores. Podía estar horas girando lentamente el caleidoscopio sin apartarlo de su ojo, sonriendo cada vez que creía encontrar un mundo aún más mágico que el anterior, porque sí, eran pequeños mundos los que contemplaba dentro de aquella maravilla y lo miraba por fuera acariciándolo con sus manitas pensando que poseía un tesoro de un valor incalculable.

A veces imaginaba que ese tubo de color añil, contenía un reflejo del firmamento con todas las estrellas bailando una danza incesante y aguzaba su oído intentando escuchar la música que, sin duda alguna, hacía que todos esos cuerpos celestes danzaran cada vez que los contemplaba ¡No había nada más bello!

Pues bien, un maldito día, su mágico túnel hacia las estrellas se quedó olvidado en el balcón toda la noche. Al despertar, el corazón se le desató como un caballo de carreras al recordar que lo había dejado allí con las prisas… Ni siquiera se atrevía a abrir el balcón para recogerlo…

Aquella noche había llovido torrencialmente y cuando al fin reunió fuerzas para abrir la puerta del balcón, se encontró el juguete totalmente deshecho. Lo tomó entre sus manos y la estructura de cartón, descolorida y blanda por el agua que había absorbido, se partió y al suelo cayeron un montón de cristalitos de colores y unos pequeños espejos de forma triangular. Su padre, al ver su desencanto, le explicó cómo funcionaba el “tubito mágico”; le escuchó atentamente, intentando creer sus palabras, y cuando el padre terminó la explicación que incluía un dibujo del juguete, le increpó incrédula: Sí papá, pero ¿De dónde sale la música? ¿A que no sabes de dónde sale la música?

Creo que fue a partir de ese momento cuando empecé a desmontar todo lo que caía en mis manos, costumbre que aún conservo a pesar de haber estropeado montones de aparatos, incluido este ordenador en el que estoy escribiendo…

Lo más gracioso es que, a pesar de mi edad, aún se me dispara la imaginación y a todo le encuentro una parte mágica, inexplicable, incluida esa especie de música celestial que sólo yo soy capaz de escuchar.

sábado, 5 de junio de 2010

Quizá no sepan...


Teóricamente decidimos continuamente, a través de nuestros pasos o nuestras elecciones, cómo será nuestra vida, o como es, teniendo en cuenta que vivimos en un presente continuo, ya que eso tan abstracto del mañana, no es el inexistente futuro sino que cuando llegue, será también presente… No hay problema en decidir sobre lo propio acertada o equivocadamente; de eso se trata el vivir libremente o la experiencia que se deriva de ello y estamos hartos de saber, de comprobar que la vida es eso: Simplemente, sin buscar más complicaciones…

Es cierto que el escenario en el que nos movemos no está diseñado por los pobres mortales entre los que nos encontramos la mayoría, aunque de eso se podría hablar mucho…
Lo que sí es cierto es que de lo que hagamos, ya que no somos seres aislados, participa nuestro mundo, primero el más cercano y después, la onda expansiva del vivir en general, afecta al conjunto en cuanto que formamos parte de una sociedad que está compuesta de piezas que se interrelacionan sinérgicamente..

Me pregunto si esos “amos del mundo”, dioses autonominados, esos que nadie conoce al detalle pero que todos intuimos, que deciden hasta lo que no sabemos que deciden, que diseñan, por decirlo de alguna forma el “vivir colectivo”, saben hasta qué punto sabemos, hasta qué punto cedemos, hasta qué punto interfieren en lo que somos o en la dirección que tomamos los simples humanos, los que no tenemos más cáscaras que conformarnos con lo que nos dejan ver…

Quizá crean que todos abrimos la boca cuando nos acercan el pastel; que vamos a seguir votando a quien ellos quieran y nos presenten, mordiendo el anzuelo de las promesas que no cumplirán, que no sabemos mirar a los lados y ser conscientes de lo que ellos esconden detrás de tanto señuelo.

Quizá no sepan que amamos la paz, la concordia, la justicia, que muchos participamos más de lo que creen en este mundo nuestro, mucho más real que el suyo; nosotros andamos el camino y nos tragamos el polvo que levantan nuestros pies cansados, pero eso no nos impide verlos por detrás de sus máscaras; quizá no sepan que, al final, las máscaras acaban cayéndose y cada uno acaba en el lugar que merece.

Quizá no sepan que sabemos porque el corazón y la conciencia, cosa que jamás podrán arrebatarnos, poseen una visión especial que ellos perdieron hace tiempo, cuando separaron sus pies de la tierra pura y dura buscando “otros paraísos”…

lunes, 31 de mayo de 2010

Ni se compra ni se vende...


A veces me pregunto si a lo largo de la vida he actuado como debía, aciertos y errores con la experiencia que me han proporcionado, incluidos. Me pregunto también si el lugar donde me encuentro en este momento es el adecuado y casi siempre hay algo interior que me contesta con un silencio lleno, y no por mis grandes logros a ningún nivel sino por la armonía que acompaña a este mi otoño vital.

A lo largo de la vida he podido comprobar que no es más feliz quien más sabe porque quien de verdad sabe, se hace consciente de lo que le falta para llegar al entendimiento pleno. Tampoco es más feliz quien más posee a nivel material porque a la mayoría de los que viven esa situación, el llegar al ansiado punto de “poder”, lejos de producirles satisfacción , les hace desear más al experimentar que lo anterior no les produjo el sentimiento que presumían.

Yo no sé mucho, sólo poseo el producto de mi trabajo que considero suficiente para una vida digna; mucho más de lo que tienen tantos en el mundo en que vivimos. No tengo el más mínimo interés por comprarme una casa y el coche que tenía hasta que empecé a ir andando a todas partes, se lo regalé a alguien que lo necesitaba más que yo. La verdad es que tengo poco que perder a nivel material. Me hace gracia pensar que si mañana entraran ladrones a mi casa y la vaciaran, podría reponer casi todo (excepto aquellos objetos que conservo por el valor sentimental que tienen) en poco tiempo, con el fruto de mi (humilde) trabajo…

Está claro que, como tantos, poseo tesoros de gran valor, todos ellos atesorados dentro del corazón o del alma, como queramos verlo, aunque ésos no ocupan lugar y nadie puede arrebatármelos porque ni se compran ni se venden, igual que el cariño verdadero.(¿Os acordáis de la cancioncita?)

domingo, 30 de mayo de 2010

"No sé"...


Último domingo de mayo, en realidad, un día más… Pregunta típica de alguien con quien hablo todos los días: ¿Qué vas a hacer? Respuesta típica mía: No lo sé…

Jajaja.. Hay gente de mi familia, que antes de que yo responda a una pregunta como esa, se adelantan con un “no sé” y es que yo, casi nunca sé nada… ¡Es cierto! Y menos en cuestión de hacer planes..

Me pone nerviosa hacer planes o tener mi tiempo estructurado, más allá, claro, de mis obligaciones cotidianas, que también cambiaría sólo por el gusto de variar, porque la vida me ha demostrado que, cuanto más interés pongas en algo, más susceptible se torna ese “algo” de cambiar, dirigiéndose, en la mayoría de las ocasiones hacia el lado opuesto.

Como consecuencia, y a mi “avanzada edad”, soy aficionadísima a actuar sobre la marcha, cosa que en realidad, resulta de los más divertido porque si nunca sabes qué vas a hacer, la vida te sorprende porque raramente esperas resultados concretos, y a las personas como yo, nos mata la rutina, el dar todos los días los mismos pasos, el sujetarnos a horario rígidos, o hacer las cosas sólo por obligación, con lo cual, una servidora, tiene que nutrirse de estímulos diferentes a los que otros consideran estímulos, porque al no perseguir resultados a priori, una tiene que centrarse en aquello de hacer las cosas bien, pero el “bien” es muy particular y no siempre coincide con el “bien” de los otros.

En otras palabras: No me busques siempre por el mismo camino, porque lo más seguro es que no me encuentres….

viernes, 14 de mayo de 2010

Sin título

Sólo quiero mostrar un video que me ha llegado. Creo que sobran las palabras, tanto que, a pesar de poner mis "cinco sentidos", no he podido encontrar un título adecuado para algo tan grande.

http://especiales.lainformacion.com/sociedad/el-mundo-en-tres-sentidos/

Toda mi admiración.

lunes, 10 de mayo de 2010

Poderosas razones


Hay momentos en la vida, acontecimientos, que marcan un antes y un después. Nada vuelve a ser lo que fue, ni parecido, porque después de vivir determinadas experiencias que nos llevan a límites que nunca habíamos alcanzado, que exigen decisiones drásticas, los caminos se bifurcan y hay que elegir nuevas rutas; simplemente para poder seguir adelante, en un primer momento, para sobrevivir.

Se dejan atrás paisajes y actitudes, situaciones que marcaron el giro. Una nueva forma de vida ha de ser adoptada para poder ser honest@ con un/a mism@, con la propia vida y todos los que forman parte de ella.

Esto puede que no se comprenda, pero es una realidad, un hecho… ¿Se puede considerar evolución? Yo creo que sí, aunque el comienzo de esta nueva vida pueda parecer que ha sido impulsado por acontecimientos que, de no haber existido, no hubieran propiciado el cambio…

Pero existieron…

No, no es fácil dar el primer paso en ese camino inexistente, pero lo que sí es cierto, es que si hacemos oídos sordos a lo que nos llega, perderemos la oportunidad de vivir; no saldremos nunca de esa energía que nos convulsionó y que en ocasiones convirtió aquello que creíamos propio, construido con el esfuerzo de los años, en simples escombros, sin darnos cuenta de que siempre se puede volver a empezar, y si se hace de forma consciente, la base será, esta vez, más sólida, más firme.

Hay trenes que no pueden perderse y menos dejar que pasen sin siquiera hacer el esfuerzo de subirse a ellos.

Ningún destino es despreciable porque detrás de lo que parece casual, se esconden poderosas razones,

domingo, 18 de abril de 2010

Pasos...




Todo está mucho más cerca de lo que parece, se decía a sí misma, echando una mirada panorámica. Lo tenemos al alcance de nuestras manos y sólo es cuestión de hacer el esfuerzo de tomarlo… De acuerdo que para hacerlo hay que dar pasos donde se borraron los caminos, donde los escombros de las ruinas forman con el tiempo barreras que parecen infranqueables, pero eso es el efecto mental; lo que realmente ocurre es que hay un camino donde se da un paso; sí, claro… Al principio, el camino solo mide unos centímetros, pero una vez dado ese paso, habiéndolo dejado atrás, esos pocos centímetros, se duplicarán al dar el siguiente…

Cuando volvamos a mirar, sólo veremos el paisaje franqueado por un horizonte esclarecedor.

Es entonces cuando sabremos que lo de menos son los caminos, las huellas que se dejan, incluso el recuerdo de todo ello, que lo que nos hace ser lo que somos, se reduce a un paso al que puede seguirle otro…

lunes, 12 de abril de 2010

Vida en estado puro


Esperar…. Esperar: Quizá mañana. Y mañana de nuevo, quizá mañana…, y así sucesivamente. Mientras tanto la vida no se detiene por nada y los acontecimientos que eran causa de esa espera, son sustituidos por otros, causas de otras esperas.

Y te das cuenta que lo que en su día pareció algo insuperable, ya no existe, y otros “insuperables” se han hecho paso en la vida, porque la vida se va componiendo de acontecimientos de una u otra naturaleza que pueden parecer insuperables; causas de tristeza, sin olvidar los motivos de alegría, y vamos avanzando el camino con más o menos fuerza, pero avanzamos, aprendemos, cumplimos con aquello para lo que vinimos ¿Quién puede estar, a priori seguro de algo así? Y no quiero incluir adjetivos como éxito o fracaso porque cada cual hace lo que puede y el resultado final no hay por qué valorarlo en esos términos…

Un día nos damos cuenta de que ha pasado más tiempo del que pensábamos, pero no por el tiempo en sí, tampoco por la sucesión de experiencias que se han vivido. Lo más gracioso es que, esto, hay veces que ocurre súbitamente, por ejemplo, cuando al mirarnos al espejo descubrimos, (¡en poco tiempo! Pensamos) un montón de arrugas que surcan el contorno de nuestros ojos, o nos damos cuenta de que cada vez estamos más rubias, en el caso de las mujeres, de tanto teñirnos las canas, pero esta vez, la línea que nace donde se observa el crecimiento del pelo, es más clara que el propio tinte. Entonces hacemos memoria y nos damos cuenta de cuánto hemos vivido, y pensamos, con fundamento esta vez, que el tiempo ha pasado rápido…

Pero… ¡Ah! ¿Rápido para qué? ¿cómo? Pues no se hace corto sólo cuando se disfruta alegremente? ¿Será, entonces que la vida no es tan mala? O que nuestra memoria selecciona y se queda con lo mejor?

Y lo que de verdad ocurre es que, vivir es vivir y ahí caben lo positivo y lo negativo, el blanco y el negro.

Al fin, sonrisas y lágrimas entre un paso y otro:
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Vida en estado puro…

domingo, 4 de abril de 2010

Mientras la vida exista


El camino no lo construimos; ya está más que construido de antemano porque de la misma forma que existe una herencia genética a nivel físico, se podría afirmar que también existe a nivel espiritual o existencial y depende de cada cual como se recorra. Es ahí donde se puede o se debe ejercer la libertad, en el cómo, y desde luego no siempre es fácil ser libre porque este ejercicio requiere la aceptación plena de circunstancias que, de antemano, no siempre parecen favorables o agradables y que además son ineludibles; después de esa aceptación, echar mano de la conciencia o del contacto con lo trascendente y SER

Creo que no existe otra fórmula…

Es inútil preguntarse por qué es como es, ya que esto no cambiará el paisaje que tenemos por delante y lo único que se puede conseguir es paralizarse y caer en esa rueda de la que no se sale que es el mismísimo infierno, porque no nos engañemos, el infierno existe y cada cual tiene la llave que abre y cierra la puerta del mismo, por lo tanto, lo mejor que se puede hacer es abrir esa puerta, salir de forma consciente y cerrarla detrás de nosotros.

Y vivir mientras la vida exista ...

viernes, 19 de marzo de 2010

El momento más oscuro de la noche de la vida


No estaba segura de querer abandonar aquel desierto ilimitado en el que llevaba casi tres meses. Había llegado sin saber cómo y cuando intentaba recordar, sólo acudían a su memoria vagas imágenes de un ayer incierto, bocetos de paisajes sombríos de lugares desconocidos en los que una figura (¿ella misma?) vagaba de un lugar a otro con los brazos extendidos como queriendo encontrar un solo limite, pensando que si lo hallara, podría descubrir o más bien construir un sendero que la condujera a algún lugar, un lugar concreto en el que poder descansar; y quizá si esto fuera posible, podría pensar, podría saber...

¿Quién soy? Se preguntaba una y otra vez… Y entonces, sólo entonces acudían a su mente secuencias de imágenes superpuestas, y las arenas de aquel desierto se convertían en siluetas, una multitud de sombras; todas a su alrededor, todas desconocidas, como negativos de una película muda que, en un instante la atravesaban para volver a desaparecer…

Por momentos pensaba que había muerto y que se encontraba en una especie de dimensión desconocida dentro del mismo espacio: otros mundos dentro del mundo que un día creyó habitar.

En otros momentos, le parecía que una especie de flash iluminaba el desierto puede que fuera un relámpago, pero el fogonazo no se mantenía lo suficiente como para poder situarse en el espacio y permanecía inmóvil, callada, con los ojos muy abiertos por si podía conservar en sus pupilas aunque sólo fuera un leve reflejo de la luz perdida.

En realidad no sabía si lo mejor que podía sucederla era poder recordar ¿Para qué? Los recuerdos se sitúan en el pasado y con esto, lo máximo que podía conseguir era darse cuenta de que ya no era quien fue …

Era difícil sentirse viva en aquel lugar… No, mejor no sacar conclusiones… Quizá debiera simplemente esperar.

“El momento más oscuro de la noche de la vida ocurre un instante antes del amanecer: Eso fue lo único que consiguió recordar” Pero esta vez algo se movió en su interior…

Esperar …

martes, 9 de marzo de 2010

A lo que iba ,,,


A lo largo de la vida se pasan momentos buenos y otros que no quiero calificar, que no estoy hoy para hablar de aprendizajes, y no porque no crea en la maestría de la experiencia.

A lo que iba, que he descubierto algo que me ocurre en estos momentos (los que no quería calificar) y es que, hasta ahora, han ido acompañados de la confianza en la aventura del mañana, aunque éste no exista, o precisamente por eso, así que confío en que mi corazón siga latiendo, sintiendo intensamente, en que mis músculos faciales sigan funcionando, pero no para conservar la tersura de mi piel, que eso tiene su momento, sino para poder seguir sonriendo, mejor riendo a carcajadas si puede ser...

Y no es que no confíe, también, en seguir siendo capaz de llorar tanto de alegría como de tristeza, pero deseo que esta última me conceda, entre aparición y aparición, la suficiente tregua para recuperarme y también que, por confiar que no quede, siga existiendo esa sensación tan difícil de definir en la zona de mi plexo solar que identifico con las emociones, porque eso supondría no ya que sigo biológicamente viva, sino que además mis ganas de vivir seguirían presentes porque, de lo contrario, mi alma hubiera terminado engrosando las listas de los que se apuntaron al horrible universo del “estoy viv@ porque respir@ y me muevo y además soy una víctima”…

A lo que iba… Que todo pasa y también la tristeza a pesar de que a veces parezca que tiene voluntad propia…

domingo, 21 de febrero de 2010

Yo y yo...


No sé por qué has salido del baul del olvido, pero lo has hecho precisamente en este momento en el que voy de un lado a otro sin querer echar mano más que de mis propios recursos, que los otros ya tuve oportunidad de conocerlos cuando la fría espada me atravesó en aquella noche oscura que nunca acababa…

He mirado detenidamente tu cara en esta ventana del tiempo y tu mirada me ha parecido un poco perdida, un poco triste, ya entonces, cuando pensabas que tu vida comenzaba con aquella nueva y desconocida promesa… Y ahora me doy cuenta de que la promesa se cumplió punto por punto, que la primera parte de la historia la reescribisteis tal y como era necesario; en tres partes… Después se bifurcaron los caminos y cada cual eligió y preferiste seguir pintando amaneceres, aunque tuvieras que arrancate esa luz del espejo que brilla por dentro

¡Demasiadas preguntas sin respuesta que sé que esperabas encontrar cuando aún pensabas que el tiempo era una realidad, y la vida, la que aún no habías vivido, un libro que se escribía sin esfuerzo, un tesoro escondido… Y me pregunto, ahora, si te habré cuidado lo suficiente, si no te habré abandonado a tu suerte en la oscura memoria del mundo al que nos empujaron.

De nuevo te miro y me miro e instintivamente comienzo a huir, porque casi no siento que seamos la misma con solo la diferencia del tiempo, pero vuelvo y es entonces, cuando abandono todos los prejuicios, las falsas memorias, los espejismos absurdos, es entonces, sí, cuando resbalan las lágrimas de todos los tiempos; lágrimas diferentes, sin dolor, sin remordimientos, de esas que caen sin querer, de las que nunca sabrán otros ojos, de esas que no son ni dulces ni amargas, lágrimas prestadas por el océano de la vida, que nos acercan en este no tiempo desde lo más profundo del existir o del ser.

Me quedo suspendida entre el aquí y el entonces, y ahora sí, ahora si siento que por dentro no hemos cambiado ni tú ni yo, que si el tiempo no nos condenó al olvido, que si la vida no mató este pequeño rastro de esperanza, este fuego que sigue brillando en las pupilas, aún podemos pintar amaneceres...

Aún podemos…