Me llama poderosamente la atención la manera que tenemos los seres humanos de complicarnos la vida, cómo nos creemos con el derecho de criticar, calificar, imponer, cercenar, tan sólo por el hecho de pensar diferente. A veces, hay opiniones, depende de quién las vierta, que influyen en sectores amplios de población hasta el punto de llegar a ser decisivos en la vida de quien los reciba. Como siempre habría que hablar de falta de respeto, de manipulación…
Hoy pondré como ejemplo la Iglesia Católica, que no todo va a caer sobre los políticos, y conste que siempre que hablo de ella, me refiero a la Institución, respetando a la gente buena, que sin duda la hay, que la integra.
De nuevo leo en un periódico digital las atroces opiniones, que ni siquiera voy a reproducir en este lugar, simplemente por estética personal, del Sr. Rouco Varela… Por supuesto todas en relación al sexo en distintas facetas, y que sospecho que van más allá del eterno e inexistente pecado de la carne.
Que esta institución no respeta las libertades personales, es algo más que sabido, pero que además tampoco respeta el tan llevado y traído libre albedrío también está claro puesto que, una cosa es recomendar determinado comportamiento en cuanto a los distintos ámbitos de la vida y otra imponer a través de esas artes dirigidas a manipular conciencias y a acabar con cualquier atisbo de consciencia personal, se llame como se llame…
Hasta que la Iglesia no contemple el sexo como algo natural, en lo que por supuesto, como en todo, deben existir unos principios morales, éticos o religiosos, que –personalmente-nos asistan, mientras que no respete y reconozca que abarca diferentes vertientes entre las que se encuentra la procreación, sí, pero también el placer por sí mismo o por amor, lo seguirá viendo sucio, feo, pecaminoso… Y no hay nada más bello que un encuentro íntimo entre dos, porque se amen o porque así lo decidan libremente.
Y se me ocurre preguntar a la “santa madre iglesia”…: Si el ser humano y los que no lo son, están dotados de estos mecanismos ¿No es esto, también por voluntad divina? O es que “EL Dios” lo único que quería era hacernos la puñeta dándonos algo de lo que no podríamos hacer uso libremente?
Creo, en fin, y es sólo mi opinión personal, que la Iglesia y muchos de los que la integran, deberían pensar en sacarse a Torquemada de las venas, que ya hace tiempo que la Inquisición llegó a su fin…
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P.D. Mis disculpas anticipadas a quien se pueda sentir vulnerado por mis opiniones que al fin, son sólo mías...
6 comentarios:
Buena pregunta haces, pero por lo que llevo leído de la Biblia ese Dios que describen allí es más capaz de dotarnos de estos mecanismos por hacernos la puñeta que por otras razones, jajajaja.
No te disculpes, Luz por tus opiniones. Nunca. Quien se sienta vulnerado, se "autovulnera" y el no comprender las diferencias de opinión no es digno de todos los respetos. Quien tenga su fe en lo alto por razones de convicción pura, no se sentirá vulnerado para nada.
Esa costumbre de disculparnos cada vez que decimos algo de la iglesia es parte de las imposiciones que criticamos. ¿A que al hablar de políticos no sentiste ninguna necesidad de disculparte por vulnerar a nadie?
Pues eso, si no estás de acuerdo, no lo estás y punto, se ofenda quien se ofenda.
En lo demás estoy completamente de acuerdo contigo.
Un besazo
La ICAR -y la actual Conferencia Episcopal Española, en particular-, todavía no ha asumido que ese poder sobre cuerpos, almas, vidas y muertes que poseyó a lo largo de la historia carece de sentido literal hoy en día, donde la formación/información y el conocimiento se asientan sobre sólidos cimientos que jamás apuntalarán el oscurantismo, los dogmas y la fe.
Las creencias particulares -incluso aunadas en una institución religiosa- ni pueden ni deben ser la base de una sociedad, entre otras cosas porque los Estados que aglutinan a la ciudadanía creyente o no, deben actuar ajenos a cualquier condicionante estratosférico y regirse por el sentido exclusivamente terrenal.
Toda confesión -de la naturaleza que sea- con pretensiones de legislar sobre el conjunto de la ciudadanía ha de ser puesta en el lugar que le corresponde: el templo, la sinagoga, la mezquita, el corazón de cada cual y de puertas adentro de la casa del creyente.
Afectuosos saludos.
Mira, ami, mis disculpas quizá sobren como indicas, pero van dirigidas todos los que que nunca criticaría por tener unas creencias firmes, las que sean, aunque éstas sean contrarias a las mías, y porque no quiero convencer de nada sino dar mi opinión; sólo por eso es por lo que lo he hecho.
En cuanto a lo demás, pienso que tal como se describe al "superdios" en la Biblia, podría pensarse que sí, que ese ser sólo pretendía poner trabas a la naturaleza después de, supuestamente, haberla creado.
Por fortuna evolucionamos y adquirimos, a través de la experiencia, ese algo que nos guía y que, más allá de "leyes divinas" que de divinas no tienen nada, nos indica cómo vivir para ser nosotros mismos.
Un beso muy grande
Estoy de acuerdo, una mirada, principalmente porque la espiritualidad o mejor, las creencias o prácticas de cada cual, son algo íntimo y personal que no hay por qué justificar precisamente por pertenecer al ámbito de lo privado, a no ser que un individuo quiera compartirlas con otros y para eso están las diferentes confesiones.
En otro orden de cosas nadie tiene el menor derecho a intervenir en ellas, menos aún con el fin de manipular.
Saludos cordiales
Creo que se a lo que te refieres.. la iglesia esta desvariando, ya no sabe a que agarrarse y se esta perdiendo... poco a poco lo que va a conseguir es que la gente deje de creer en la espiritualidad...
pero bueno... todo tiene su respuesta y su fruto...
arriba la libertad y el elegir..^^
muchos besos luz!!!
se aprende;)
El problema que tienen LEO, es que quieren seguir con métodos de captación como el miedo, los dogmas, el chantage espiritual, etc., y eso no funciona en el siglo XXI.
Gracias por tu presencia
Un besito
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