Al principio de la Salvación se pidió a los humanos, una especie de colaboración o correspondencia por la ayuda recibida, algo que parecía extraño y difícilmente comprensible; consistía en una entrega energética diaria a la que denominaron Servicio Solidario a la Comunidad Planetaria (SSCP)…
Siendo cierto que, de no ser por la intervención de los Salvadores, la humanidad hubiera desaparecido víctima de los efectos de las radiaciones nucleares, de las enfermedades pandémicas y de la falta de medios para subsistir, al no motivarse claramente el objeto de esta colaboración, había una especie de insatisfacción velada en dicha entrega.
Para cumplir con el SSCP, únicamente había que sentarse durante diez minutos, a partir de las doce de la noche, hora en la que comenzaba el horario restringido, en un cómodo sillón (en cada vivienda existían tantos como sujetos) y colocarse un “casco inalámbrico acumulador” que era lo que constituía el Módulo de Entrega.
Por los estudios realizados en los laboratorios de los Pensadores, al colocarse el casco, eran emitidos una serie de estímulos generados a través de ultrasonidos que imitaban acciones de la vida real humana, de forma que el cerebro recibía órdenes en los distintos sectores del movimiento, del pensamiento, de las emociones, poniendo en marcha los mecanismos correspondientes y generando, de forma artificial esta energía que, al parecer, era lo que los salvadores necesitaban para subsistir.
Al finalizar la misma, el sillón giraba colocándose en posición horizontal y desde la Central de Descanso, en pocos segundos, se provocaba un sueño inducido a toda la población, además de que el cansancio, después de llevar a cabo dicha entrega, era prácticamente insuperable sin las seis horas de sueño establecidas, al finalizar las cuales se procedía al despertar general para comenzar la jornada.
Él siempre tuvo, a pesar de todas las ventajas de la nueva forma de vida que, a veces pensaba que eran las suficientes como para validar la otra vertiente, la sensación de haber sido mutilado en esa parte que hace de los humanos seres interiormente libres, y no sólo por la extrema vigilancia y control a los que la humanidad había sido sometida sino por la desaparición de forma paulatina de la capacidad de decidir sobre la propia vida, incluso de las diferencias y particularidades propias de la especie…
Sin embargo, pensaba… ¿Por qué no creer que alguien más evolucionado como los salvadores actuaran de manera altruista, con medidas dirigidas únicamente a garantizar el bien universal? Esta pregunta se la repetía cada vez que comprobaba la equidad y la justicia existentes en el mundo, la ausencia de diferencias sociales, la desaparición del hambre, de la pobreza, de la delincuencia…
También se preguntaba qué otra forma de establecer el orden podrían haber adoptado teniendo cuenta la historia de la humanidad, las condiciones y el caos a las que habíamos llegado... Y las respuestas no acudían claramente a su ánimo; temía estar luchando injustamente, pero esperaba encontrar respuestas con el contacto que iba a establecer con el S1. Y de nuevo sintió que esta actividad clandestina tenía sentido
La SPU se puso en contacto con él a las dos semanas de la propuesta. Quedaron en verse en una zona remota del bosque donde el grupo de Pensadores había construido una especie de nave subterránea protegida de cualquier intrusión externa como localizadores, rastreadores y radares.
Acudió a la cita tomando las mayores precauciones para no ser localizado, y al llegar se encontró con la SPU acompañada de los miembros del Consejo Universal llegados de todos los países del planeta; tuvo una rara sensación al entrar en la sala, una especie de remota percepción que quiso quitarse de la cabeza…
La labor que se le encomendaba era contactar con el S1 liberado dos veces a la semana en su propio domicilio puesto que al S1 le resultaría más fácil desplazarse sin ser minuciosamente observado, que a él mismo, a pesar de que los primeros estaban controlados a través del microchip que llevaban colgando del cuello con el anagrama de la Confederación Planetaria Universal con todos sus datos incluidos en el mismo, pero no eran sospechosos de traición como podría ocurrir con un humano, puesto que estaban “preparados” para la fidelidad absoluta, y no podían cuestionarse nada fuera de ello.
Siendo cierto que, de no ser por la intervención de los Salvadores, la humanidad hubiera desaparecido víctima de los efectos de las radiaciones nucleares, de las enfermedades pandémicas y de la falta de medios para subsistir, al no motivarse claramente el objeto de esta colaboración, había una especie de insatisfacción velada en dicha entrega.
Para cumplir con el SSCP, únicamente había que sentarse durante diez minutos, a partir de las doce de la noche, hora en la que comenzaba el horario restringido, en un cómodo sillón (en cada vivienda existían tantos como sujetos) y colocarse un “casco inalámbrico acumulador” que era lo que constituía el Módulo de Entrega.
Por los estudios realizados en los laboratorios de los Pensadores, al colocarse el casco, eran emitidos una serie de estímulos generados a través de ultrasonidos que imitaban acciones de la vida real humana, de forma que el cerebro recibía órdenes en los distintos sectores del movimiento, del pensamiento, de las emociones, poniendo en marcha los mecanismos correspondientes y generando, de forma artificial esta energía que, al parecer, era lo que los salvadores necesitaban para subsistir.
Al finalizar la misma, el sillón giraba colocándose en posición horizontal y desde la Central de Descanso, en pocos segundos, se provocaba un sueño inducido a toda la población, además de que el cansancio, después de llevar a cabo dicha entrega, era prácticamente insuperable sin las seis horas de sueño establecidas, al finalizar las cuales se procedía al despertar general para comenzar la jornada.
Él siempre tuvo, a pesar de todas las ventajas de la nueva forma de vida que, a veces pensaba que eran las suficientes como para validar la otra vertiente, la sensación de haber sido mutilado en esa parte que hace de los humanos seres interiormente libres, y no sólo por la extrema vigilancia y control a los que la humanidad había sido sometida sino por la desaparición de forma paulatina de la capacidad de decidir sobre la propia vida, incluso de las diferencias y particularidades propias de la especie…
Sin embargo, pensaba… ¿Por qué no creer que alguien más evolucionado como los salvadores actuaran de manera altruista, con medidas dirigidas únicamente a garantizar el bien universal? Esta pregunta se la repetía cada vez que comprobaba la equidad y la justicia existentes en el mundo, la ausencia de diferencias sociales, la desaparición del hambre, de la pobreza, de la delincuencia…
También se preguntaba qué otra forma de establecer el orden podrían haber adoptado teniendo cuenta la historia de la humanidad, las condiciones y el caos a las que habíamos llegado... Y las respuestas no acudían claramente a su ánimo; temía estar luchando injustamente, pero esperaba encontrar respuestas con el contacto que iba a establecer con el S1. Y de nuevo sintió que esta actividad clandestina tenía sentido
La SPU se puso en contacto con él a las dos semanas de la propuesta. Quedaron en verse en una zona remota del bosque donde el grupo de Pensadores había construido una especie de nave subterránea protegida de cualquier intrusión externa como localizadores, rastreadores y radares.
Acudió a la cita tomando las mayores precauciones para no ser localizado, y al llegar se encontró con la SPU acompañada de los miembros del Consejo Universal llegados de todos los países del planeta; tuvo una rara sensación al entrar en la sala, una especie de remota percepción que quiso quitarse de la cabeza…
La labor que se le encomendaba era contactar con el S1 liberado dos veces a la semana en su propio domicilio puesto que al S1 le resultaría más fácil desplazarse sin ser minuciosamente observado, que a él mismo, a pesar de que los primeros estaban controlados a través del microchip que llevaban colgando del cuello con el anagrama de la Confederación Planetaria Universal con todos sus datos incluidos en el mismo, pero no eran sospechosos de traición como podría ocurrir con un humano, puesto que estaban “preparados” para la fidelidad absoluta, y no podían cuestionarse nada fuera de ello.
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A través de sus contactos con Sinem, el S1 liberado, pudieron saber que estaba totalmente prohibido por el Código Ético de la Confederación intervenir en el destino de otros planetas con una evolución inferior, salvo que como en el caso de la Tierra, estuvieran en peligro las especies, y las de nuestro planeta, y no sólo la humana, eran especialmente valoradas por nuestras características no sólo físicas sino emocionales, con lo cual fue una decisión Universal la de intervenir para salvarnos.
Él tenía especial interés en comprender el para qué del SSCP y Sinem, que era un muchacho alegre y generoso, encantado con el cambio producido por la pérdida del implante intentó explicárselo de forma que pudiera comprenderlo.
Necesitaban de los humanos aquello que podía mantenerlos, no ya vivos, sino materializados a nivel de la tercera dimensión que era la que imperaba en la Tierra, y sólo podían conseguirlo, participando de nuestra energía. Sinem reía a carcajadas cuando le contó sus temores consistentes en que los Salvadores fueran una especie de vampiros que, a través de la Entrega Energética sometieran a la raza a la esclavitud. Nada de eso era posible para un ser de Sirio o las Pléyades, ni siquiera el planteamiento cabía en su ánimo.
¿Para qué necesitaríamos esclavos si nuestra evolución, tanto física como tecnológica cubre cualquier necesidad a nivel vital? Es cierto que los implantes nos privan de esa “vida” tal como vosotros la entendéis, pero sabed que moverse por otras dimensiones, no sería posible con la densidad energética que vosotros poseéis, moriríamos en un ataque de rabia, de codicia o de odio o con cualquier emoción de semejante intensidad y los implantes están dirigidos, no ya a suprimirlas puesto que están superadas y controladas, sino a prevenir que esto pueda ocurrir.
Vosotros contempláis todo en términos de bueno o malo; nosotros superamos ya esa etapa hace muchos siglos, lo que no significa, que al movernos en esta dimensión, no apreciemos lo que vosotros llamáis libre albedrío, que lo que proporciona, además de aprendizaje, son emociones incomparables, algo que nuestra memoria genética tiene prácticamente olvidado y que consideramos una etapa diferente y desde luego, esclavizadora en cierta manera.
No sabéis nada de nosotros porque no comprendéis nuestra forma de ser y tampoco os habéis interesado ni utilizado eso que llamáis empatía, por no hablar de agradecimiento, y esto os hace suponer que queremos dominaros o explotaros… Hubiera sido muy fácil dejar que os extinguierais, pero poníais en peligro el bien común Universal, y al margen, cualquier ser vivo merece la oportunidad de rectificar y eso es lo que estamos procurando. De acuerdo que las medidas adoptadas han sido duras, pero si piensas un poco más allá del ego, os hemos protegido, por ejemplo, de los políticos, aquellos de vuestra especie que sí querían esclavizaros, someteros, explotaros, y con vuestra mente habéis interpretado que los hemos llevado a nuestro terreno para potenciar nuestro poder… ¡Qué equivocados estáis! No necesitamos ese tipo de poder para nada, es absolutamente asqueroso aprovechar la debilidad ajena para beneficio propio.
Sinem, al darse cuenta de que estaba siendo presa de la ira, sonrió llevándose las manos a la cabeza y guardó silencio durante unos minutos en los que él se quedó pensando en la información recibida y las lágrimas acudieron a sus ojos…
De repente observó al S1 que, frente a él levitaba como a unos diez o doce cms del suelo; guardó silencio admirando el semblante del muchacho… Su gesto era de una paz absoluta, como si hubiera contactado con algo que le equilibraba a niveles para él incomprensibles; lo comparó con un ángel o con la idea que él tenía de los mismos…
Él tenía especial interés en comprender el para qué del SSCP y Sinem, que era un muchacho alegre y generoso, encantado con el cambio producido por la pérdida del implante intentó explicárselo de forma que pudiera comprenderlo.
Necesitaban de los humanos aquello que podía mantenerlos, no ya vivos, sino materializados a nivel de la tercera dimensión que era la que imperaba en la Tierra, y sólo podían conseguirlo, participando de nuestra energía. Sinem reía a carcajadas cuando le contó sus temores consistentes en que los Salvadores fueran una especie de vampiros que, a través de la Entrega Energética sometieran a la raza a la esclavitud. Nada de eso era posible para un ser de Sirio o las Pléyades, ni siquiera el planteamiento cabía en su ánimo.
¿Para qué necesitaríamos esclavos si nuestra evolución, tanto física como tecnológica cubre cualquier necesidad a nivel vital? Es cierto que los implantes nos privan de esa “vida” tal como vosotros la entendéis, pero sabed que moverse por otras dimensiones, no sería posible con la densidad energética que vosotros poseéis, moriríamos en un ataque de rabia, de codicia o de odio o con cualquier emoción de semejante intensidad y los implantes están dirigidos, no ya a suprimirlas puesto que están superadas y controladas, sino a prevenir que esto pueda ocurrir.
Vosotros contempláis todo en términos de bueno o malo; nosotros superamos ya esa etapa hace muchos siglos, lo que no significa, que al movernos en esta dimensión, no apreciemos lo que vosotros llamáis libre albedrío, que lo que proporciona, además de aprendizaje, son emociones incomparables, algo que nuestra memoria genética tiene prácticamente olvidado y que consideramos una etapa diferente y desde luego, esclavizadora en cierta manera.
No sabéis nada de nosotros porque no comprendéis nuestra forma de ser y tampoco os habéis interesado ni utilizado eso que llamáis empatía, por no hablar de agradecimiento, y esto os hace suponer que queremos dominaros o explotaros… Hubiera sido muy fácil dejar que os extinguierais, pero poníais en peligro el bien común Universal, y al margen, cualquier ser vivo merece la oportunidad de rectificar y eso es lo que estamos procurando. De acuerdo que las medidas adoptadas han sido duras, pero si piensas un poco más allá del ego, os hemos protegido, por ejemplo, de los políticos, aquellos de vuestra especie que sí querían esclavizaros, someteros, explotaros, y con vuestra mente habéis interpretado que los hemos llevado a nuestro terreno para potenciar nuestro poder… ¡Qué equivocados estáis! No necesitamos ese tipo de poder para nada, es absolutamente asqueroso aprovechar la debilidad ajena para beneficio propio.
Sinem, al darse cuenta de que estaba siendo presa de la ira, sonrió llevándose las manos a la cabeza y guardó silencio durante unos minutos en los que él se quedó pensando en la información recibida y las lágrimas acudieron a sus ojos…
De repente observó al S1 que, frente a él levitaba como a unos diez o doce cms del suelo; guardó silencio admirando el semblante del muchacho… Su gesto era de una paz absoluta, como si hubiera contactado con algo que le equilibraba a niveles para él incomprensibles; lo comparó con un ángel o con la idea que él tenía de los mismos…
6 comentarios:
No tardes en poner la siguiente entrega, estoy impaciente.
Un beso, que tengas un hermoso fin de semana.
felicitaciones luz!cada vez me flipas mas!!se me ha iluminao la kara al ver que ya habias subido otro cap!!^^
un placer cielo:)
que todo valla biem^^
abrazos!!
En esta ocasión, ami, voy publicando a golpe de inspiración, vamos, que no lo tengo previamente escrito, así que pondremos velitas a las musas a ver si acuden con presteza. ...
Besitos
Gracias, Leo:
Yo misma estoy deseando seguir para ver cómo lo termino.
Muchos besos y feliz lunes
La reflexión y la curiosidad por conocer el desenlace me mantienen adherido a tu bitácora.
jajajaa Gracias; la verdad es que el relato adolece de un desarrollo más amplio de la historia, pero esto se debe a mi inexperiencia.
Un abrazo
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