Último domingo de mayo, en realidad, un día más… Pregunta típica de alguien con quien hablo todos los días: ¿Qué vas a hacer? Respuesta típica mía: No lo sé…
Jajaja.. Hay gente de mi familia, que antes de que yo responda a una pregunta como esa, se adelantan con un “no sé” y es que yo, casi nunca sé nada… ¡Es cierto! Y menos en cuestión de hacer planes..
Me pone nerviosa hacer planes o tener mi tiempo estructurado, más allá, claro, de mis obligaciones cotidianas, que también cambiaría sólo por el gusto de variar, porque la vida me ha demostrado que, cuanto más interés pongas en algo, más susceptible se torna ese “algo” de cambiar, dirigiéndose, en la mayoría de las ocasiones hacia el lado opuesto.
Como consecuencia, y a mi “avanzada edad”, soy aficionadísima a actuar sobre la marcha, cosa que en realidad, resulta de los más divertido porque si nunca sabes qué vas a hacer, la vida te sorprende porque raramente esperas resultados concretos, y a las personas como yo, nos mata la rutina, el dar todos los días los mismos pasos, el sujetarnos a horario rígidos, o hacer las cosas sólo por obligación, con lo cual, una servidora, tiene que nutrirse de estímulos diferentes a los que otros consideran estímulos, porque al no perseguir resultados a priori, una tiene que centrarse en aquello de hacer las cosas bien, pero el “bien” es muy particular y no siempre coincide con el “bien” de los otros.
En otras palabras: No me busques siempre por el mismo camino, porque lo más seguro es que no me encuentres….
Jajaja.. Hay gente de mi familia, que antes de que yo responda a una pregunta como esa, se adelantan con un “no sé” y es que yo, casi nunca sé nada… ¡Es cierto! Y menos en cuestión de hacer planes..
Me pone nerviosa hacer planes o tener mi tiempo estructurado, más allá, claro, de mis obligaciones cotidianas, que también cambiaría sólo por el gusto de variar, porque la vida me ha demostrado que, cuanto más interés pongas en algo, más susceptible se torna ese “algo” de cambiar, dirigiéndose, en la mayoría de las ocasiones hacia el lado opuesto.
Como consecuencia, y a mi “avanzada edad”, soy aficionadísima a actuar sobre la marcha, cosa que en realidad, resulta de los más divertido porque si nunca sabes qué vas a hacer, la vida te sorprende porque raramente esperas resultados concretos, y a las personas como yo, nos mata la rutina, el dar todos los días los mismos pasos, el sujetarnos a horario rígidos, o hacer las cosas sólo por obligación, con lo cual, una servidora, tiene que nutrirse de estímulos diferentes a los que otros consideran estímulos, porque al no perseguir resultados a priori, una tiene que centrarse en aquello de hacer las cosas bien, pero el “bien” es muy particular y no siempre coincide con el “bien” de los otros.
En otras palabras: No me busques siempre por el mismo camino, porque lo más seguro es que no me encuentres….
7 comentarios:
No seeeeeee....
¡Naturalmente! jajaja
Ja, no sé si hablas de ti o de mí. No sé...
Besitosss
Pues... No sé....
Besitosss, amiga
Pero qué aventurera, muchacha...
Venturosa semana.
No sé, Una mirada:)... En primer lugar, gracias por lo de muchacha...
Creo que después de más de medio siglo vivido, con la "autoridad" que esto nos confiere (ninguna), y dado me aburre repetir siempre los mismos pasos,me dedico a improvisar sin ninguna vergüenza, asumiendo todos los riesgos y descalabros que esto acarrea.
Un abrazo
Habrás experimentado, rubricado, sentido y vivido ese "más de medio siglo", apreciada Luz, pero sigues siendo una muchacha en pleno recorrido. Una muchcha que salta de piedra en piedra, que recoge caracolas de sueños y se extasia ante lo que la rodea y redescubre una senda nueva cada día.
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