Se habla, cada vez más, de un nuevo fin del mundo hacia el final de 2012. Existen todo tipo de teorías sin una base sólida, todo hay que decirlo, sobre este supuesto.
Se afirma, no sé si con algo de rigor u objetividad, que la fecha exacta se recoge en los textos mayas; otros que se llaman a sí mismos contactados, exponen que en esa fecha acudirán al rescate de unos cuantos (justos) cuya superioridad con los demás no está bien definida, unos supuestos "seres de luz" existentes en otras dimensiones para llevárselos en unos vehículos (invisibles, claro...) que, ni Asimov en sus mejores momentos, hubiera llegado a inventar. También por aquí aparecen (¡cómo no!) las profecías de Nostradamus cuya interpretación se lleva cada cual a su terreno, dejando al autor a la mismísima altura del betún, por la cantidad de versiones diferentes que de ellas se hacen, y para ser sincera, lo cierto es que no hay quien las comprenda ni aún echándole toneladas de imaginación.
Pues bien, a lo que iba es a que a mí, me da exactamente igual si el mundo termina dentro de dos años, dos meses o dos semanas porque voy a seguir haciendo lo que hago hasta este instante, ya que, sea por esa vía o por la del mismísimo “cólico miserere”, lo real es que la vida tiene principio y fin y desde luego el sistema, el momento o la manera a través de la que la misma termine, no lo conocemos por mucho que sobre ello se especule.
Eso sí, si se trata de jugar a “Jueguecitos Modernos”, pues …
¡Abran juego, señores!
Se afirma, no sé si con algo de rigor u objetividad, que la fecha exacta se recoge en los textos mayas; otros que se llaman a sí mismos contactados, exponen que en esa fecha acudirán al rescate de unos cuantos (justos) cuya superioridad con los demás no está bien definida, unos supuestos "seres de luz" existentes en otras dimensiones para llevárselos en unos vehículos (invisibles, claro...) que, ni Asimov en sus mejores momentos, hubiera llegado a inventar. También por aquí aparecen (¡cómo no!) las profecías de Nostradamus cuya interpretación se lleva cada cual a su terreno, dejando al autor a la mismísima altura del betún, por la cantidad de versiones diferentes que de ellas se hacen, y para ser sincera, lo cierto es que no hay quien las comprenda ni aún echándole toneladas de imaginación.
Pues bien, a lo que iba es a que a mí, me da exactamente igual si el mundo termina dentro de dos años, dos meses o dos semanas porque voy a seguir haciendo lo que hago hasta este instante, ya que, sea por esa vía o por la del mismísimo “cólico miserere”, lo real es que la vida tiene principio y fin y desde luego el sistema, el momento o la manera a través de la que la misma termine, no lo conocemos por mucho que sobre ello se especule.
Eso sí, si se trata de jugar a “Jueguecitos Modernos”, pues …
¡Abran juego, señores!
4 comentarios:
Aquí está la clave, Luz. Las profecías (sobre el año 2000 hubo unas cuantas también) son historias que circulan pero que realmente tienen muy poco que ofrecer. lo importante es saber que ya "el mundo" sino que tu mundo es finito, tu vida es la que tiene principio y fin, que ni los mayas ni Nostradamus escribieron cuando será este y que hay que vivirla acorde a lo que quieras que sea. Lo demás son entretenimientos.
Un beso muy grande
Estoy de acuerdo, ami, vivir es vivir, arriesgarse a experimentar lo desconocido conscientemente, y para esto es indiferente el futuro; importa el ahora, como mucho, la voluntad de afrontar el paso siguiente sea éste el que sea.
No, no creo que nadie conozca el futuro aunque muchos lo aceptemos de antemano, pero simplemente por la voluntad de vivir.
Muchos besos, amiga
Toda época tiene su Tiempo de los Charlatanes, Agoreros, Gloriosos y demás grey místicamente despendolada. Y su feligresía creyente, por supuesto, capaz, en algunos casos, de darse un festín de cianuro porque el iluminado X ha contactado con los superseres que habitan la cola de Halley, paraíso extraterrestre de acogida de almas sublimes...
El negocio -porque en la mayoría de los casos lo es- del catastrofismo universal. Ya podía salir un "tocado/tocada por las esencias del futuro" que anunciara prosperidad y armonía. Claro que, en su originalidad, dudo mucho que tuviera mucha parroquia.
Abrazos.
Creo, además, Una mirada, que si algo bueno podría ocurrir es, que a través de la observación de todos estos "contactados, profetas y demás género autodivinizado" que jamás acierta en sus afirmaciones, sería llegar a la conclusión de que si existe un peligro de extinción, somos los seres humanos y sólo nosotros quien, a través de corregir los errores, podríamos hacer de este mundo un lugar amable, justo, fraterno...
Sólo con la voluntad de aprender de nuestras propias equivocaciones.
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