A veces, cuando las cosas se ponen difíciles, tenemos la tentación de preguntarnos cómo sería nuestra vida de no haber dado este o aquel paso e imaginamos algo mejor, más fácil, más feliz, siempre seguros, aunque sea por poco tiempo, de que evitar los errores sería algo beneficioso. De lo que no nos damos cuenta es de que si nuestra vida no hubiera sido tal y como la vivimos, nosotros no seríamos quienes somos.
Pues bien, prefiero ser yo a ser otra, porque si esto ocurriera tendría que conocerme y francamente, a estas alturas, me da mucha pereza volver a empezar…
Por lo tanto… Prefiero no saber cómo sería, si...
Y…
Gracias a la vida…
Pues bien, prefiero ser yo a ser otra, porque si esto ocurriera tendría que conocerme y francamente, a estas alturas, me da mucha pereza volver a empezar…
Por lo tanto… Prefiero no saber cómo sería, si...
Y…
Gracias a la vida…
6 comentarios:
Estas fotos que me pones me desconcentran al leer, lo sabes bien. Me obligas a leerlo todo varias veces...
Si tuviera que volver a empezar, daría los mismos pasos. De eso estoy segura, de las pocas cosas de las que estoy segura en esta vida. Y también lo agradezco todo.
Un bessso
jajajaaa, ami, pues si le vieras en directo, te lo cómías; no sabes qué partidos de futbol jugamos...
Me alegra que si se diera el caso repitieras los pasos, porque voveríamos a coincidir.
Besitosss
Ah, pero si se pudiera volver atrás cinco minutos para pronunciar esas palabras ahogadas, en su momento, en un abismo de silencios; si se pudiera alcanzar con la yema de los dedos ese rostro ya físicamente alejado de las caricias... Y, después, proseguir con el presente; sin reempezar, con las mismas dichas y pesares, con las mismas huellas del tiempo en la piel.
La vida -a veces- tanbién son sueños...
Afectos.
Así planteado, ojalá se puediera, Una mirada, porque este mundo se llenaría de caricias, y muchos corazones de sonrisas.
Seguiremos soñando por si algún día nos dejan hacer un bucle en el tiempo.
Un beso
Pues eso, a soñar mientras se le echan virutas de esperanza al tiempo.
(Oye, y qué carita de felicidad tiene el gatolín...)
Se llama, Elo, Una mirada. Estuvo los primeros meses de su vida en un refugio y fue adoptado por una de mis hijas.
Ahora es muy feliz, sí, pero le costó bastante tiempo fiarse de los humanos y esto se logró gracias al milagro del cariño
Besos
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