Dulce sensación la de sentirse dueño del tiempo, de la propia vida,
como si éste y aquella fueran solo producto de la voluntad,
–Quizá lo sean-,
Aún cuando se desconozca si existirá un mañana…
¿Qué es el mañana sino el resultado del vivir en este instante?
Y soy ahora…
Dejar que todo suceda sin someterse, sin someter…
Poder elegir la dirección, el sentido de los propios pasos con libertad e independencia,
¿Qué es el mañana sino el resultado del vivir en este instante?
Y soy ahora…
Dejar que todo suceda sin someterse, sin someter…
Poder elegir la dirección, el sentido de los propios pasos con libertad e independencia,
sin carecer de lazos personales,
pero de suaves lazos
y no de cadenas,
de libertad de entrega
y no de condena.
Fluir por todo aquello que nos hace humanos
Fluir por todo aquello que nos hace humanos
¡Son tantas cosas!
Hacer de la vida un sereno paseo por el destino
Decidir si decidimos...
6 comentarios:
Qué arrebatado canto al Yo-sentido, Luz. Y cuántos pensamientos acuden leyéndote, releyéndote, saboreándote, ya no sólo en las palabras que compones, sino en la actitud que proyectas.
Fluir, fluir por el momento mismo...
Afectos.
Gracias, Una mirada.
Sería una pena perderse en esos laberintos que impiden el fluir al que me refiero porque es la vida lo único que de verdad poseemos, la que nos permite ser lo que somos
Un beso
Estamos conectadas... también pensaba yo en cadenas pesadas esta semana.
Recordar el decidir. Esto es importante. Decidir si decidir.
Un bessso, Lusss
Las cadenas y las condenas, ami, surgen precisamente cuando nos sometemos a una serie de exigencias que no son naturales porque no pasan por la primera consideración que deberíamos hacer al decidir qué pasos son los que el alma requiere, siempre siguiendo el propio orden interno, aceptando que muchas veces no coincide con lo que desde fuera se exige y por desgracia hay muchas cadenas veladas que al fin se tornan en auténticas condenas.
Sí, es importante recordar, que a veces la inercia es otra cadena,
Besitosss
La vida , Luz , está llena de cadenas.Se convierten en condenas dependiendo de nosotros y del momento que vivimos.Mi duda es si ,en ocasiones, podemos elegir si las unas se convierten en las otras formando parte de un horrible dueto. Pero ya sabes que siempre surge , a pesar de esas dudas , la fuerza liberadora extraña y oportuna que nos muestra ese resplandor en el camino....
Un abrazo de Nanita.
La fuerza liberadora que mencionas, Nanita, es precisamente la elección, guiados por ese orden interno, lo que pasa por renuncias y pasos que nos pueden dañar, externamente, claro... Y fluir por nuestro espacio...
La decisión de decidir...
Un besito
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