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sábado, 19 de marzo de 2011

Entrega (Y III)


Mientras tomaba el café, pensaba en esa propuesta sobre la que tendría que decidir. La vida había sido buena con ella, no por la ausencia de sucesos que podrían considerarse traumáticos sino por todo lo que de ella había aprendido. Sabía que cualquier hecho inicialmente amargo una vez aceptado y vivido en su totalidad, se convertía a lo largo del tiempo en una experiencia insustituible; había aprendido a ver las cosas con una perspectiva real, alejada del ego. Y no es tanto mérito mío, se dijo, sino del propio destino.

Si al menos esos cambios no alteraran la vida de otros, se repitió una y otra vez… Quiero a los míos por lo que son y ellos a mí por lo que soy… Ni ellos, ni yo, ni nuestro mundo, serían lo mismo…

La decisión estaba tomada… Mañana, hoy ya, sería su cumpleaños y celebraría el estar viva, el llegar adonde había llegado… No tenía seguro más que el ahora y en ese ahora sentía paz, plenitud… Su vida había sido una más, sin grandes acontecimientos, sin grandes logros, pero llena de honestidad aunque con distintas etapas de acuerdo a su nivel de conciencia.

Hacía muy poco, pensó, he corregido un error, una injusticia que he arrastrado por egoísmo a lo largo de un tiempo. He sido capaz de la renuncia personal para restituir el mal que había provocado… No necesito oportunidades extraordinarias, exclamó en alta voz…


Sólo necesito la vida, sólo necesito querer Ser…

Sonrió…

¡Eso ya lo tengo!

Se dirigió hacia el ordenador decidida… Tiró del PenDrive y al hacerlo se esfumó entre sus dedos…

Volvió a sonreír por dentro y por fuera

Se metió en la cama y pensó: Mañana es sábado y celebraré la vida como nunca lo he hecho.


Después se quedó dormida, profunda, plácidamente…

10 comentarios:

Anca Balaj dijo...

Sabia decisión. la de tirar en pendrive y la de celebrar el sábado también. No hay nada mejor que se pueda hacer, en ambos casos.

Un bessso grande, amiga.

Anónimo dijo...

Me parece Luz que, aunque no eres nada previsible, se vé muy bien el final del relato, maravilloso por cierto y vital, como todo lo tuyo.
Un abrazo, Nanita.

ana dijo...

Que hermoso! Finalmente ser feliz con lo ue uno tiene...Aciertos, errores, aventuras, desventuras...Y para disculpas perdones y agradecimientos...no hace falta viajar muy lejos...Gracias por compartirlo luz. Besos

Brisa dijo...

A mi me gusta su sensación de honestidad, esa aceptación de que nuestra honestidad siempre tiene que ver con lo que somos en cada momento, con nuestro nivel de conciencia.
Un abrazo

luz dijo...

No hay mejor decisión que vivir lo que nos toca en suerte y hacerlo con alegría, porque es lo único que se necesita

Besitosss

luz dijo...

Gracias, Nanita... Aunque creo que se me ve venir quiera yo o no, jaja. Ni escribiendo un cuento podemos desprendernos de nuestro pensamiento.

Besitosss

luz dijo...

Ser feliz con lo que uno tiene, Asana, resistirse a la realidad o desear otras cosas es cambiar el curso del destino y ser quienes no somos.

Besitos, guapa

luz dijo...

Así es, Brisa. A cada cual puede exigírsele conforme a su nivel de conciencia; la respuesta al mismo hecho no es la misma en la infancia o en la juventud que en la edad madura porque se supone, y así debe ser, que debemos ir aprendiendo a medida que vivimos.

Muchos besos

Una mirada... dijo...

Instantes de decisión para seguir un camino... La elección siempre será positiva porque LP ha calibrado las posibilidades y ha optado por mantener el pretérito tal cual fue vivido. Su pretérito y el de quienes lo compartieron con ella.
Pero incluso si hubiera decidido incidir en determiadas circunstancias niguna persona ajena a ella misma podría juzgar su acción.

Tres entregas para una reflexión vital. Luz, eres tremenda.

Afectos.

luz dijo...

Creo que como partes de un todo, Una mirada, somos responsables de nuestros actos y también de nuestras omisiones. Nadie tiene derecho a intervenir en la vida de otros, y es lo que ocurriría de tener la oportunidad de modificar la propia.

Aunque, como dices, no somos quiénes para juzgar las decisiones de los otros.

Gracias. Un beso