SER NADIE...

Aunque suene o parezca extraño, quiero ser nadie…

Quiero decidir los pasos que doy, poseer mi propia iniciativa, ser yo, para bien o para mal más allá de lo que se piensa que debe ser. No quiero pertenecer a nada que no haya decidido yo misma ni consumir, en el aspecto físico, mental, espiritual,   lo que me ponen en las manos, en la mente, o en el éter del sinsentido,  que yo misma no haya buscado y encontrado con mi esfuerzo o mi propio interés. Nada de “me han dicho” o “he oído”, o ese “creo que” que sólo se basa en una rumorología sin fundamento alguno porque no tiene un origen definido.

Nada de redes sociales porque sea el espacio donde todos se mueven, alimentado de (multi) monólogos absurdos donde no existe el silencio, el auténtico silencio tanto externo como interior,  porque no es diálogo lo que no tiene una respuesta libre, espontánea, original (de origen).

Sí, prefiero ser nadie y construir mis caminos, recorrerlos y coincidir, si coincido, con muchos o pocos “nadie”, completamente convencidos de que ser nadie, en la mayoría de los casos, líbreme dios de generalizar, es ser uno mismo.

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Sóla o acompañada,

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Ser Nadie

Queridos Reyes Magos...

... Aunque solo existáis para algunos, sorprendentemente, para los que no nos falta de nada, más aún para los que más tienen… Mi petición, mi ruego, es que os hagáis reales para aquellos que ni conocen vuestra existencia porque ni siquiera pueden plantearse algo tan absurdo, porque lo único en lo que piensan es en tener algo, lo que sea, para dar de comer a sus hijos, un poco de agua, no ya para asearlos, sino para calmar su sed, que, incluso creerían en el dios misericordioso, justo y todopoderoso,  con solo poder aprovechar lo que sobra de los platos de este mal llamado mundo desarrollado. Ellos no entienden de futuro, ni piensan en mañana,  sino en terminar con la tristeza que produce la impotencia de no poder cambiar esas miradas del  “horror” al que llamamos vida,  de los ojos de los suyos...
 
Por favor, Majestades, que en el 2012 dejemos de sentir vergüenza, pensando en ellos,  por formar parte del género humano, que esto que llamamos “crisis”, se traslade a aquellos que no tienen nada, para que, al menos puedan sentirse, como nosotros,  “dignamente maltratados”. Para nosotros, “los evolucionados del primer mundo”,  nada, que ya seguiremos tirando con lo que tenemos y con mucho menos.
 
Gracias anticipadas por vuestra comprensión, porque sé que si leéis mi carta con los ojos del corazón, tal como leéis las de los niños de nuestro mundo, no podréis dejar, con vuestra magia, de concederme estos deseos.
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Atentamente,