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lunes, 16 de agosto de 2010

Matices...




Casi todo el mundo sabe, incluso aunque no pinte, que existen tres colores primarios: Amarillo, azul y carmín. De esos tres colores, mezclándolos en diferentes proporciones, surgen el resto y en el blanco están contenidos todos mientras que el negro es simplemente la ausencia de luz…

Pues bien, de la misma manera, la vida está llena de matices; hay pocos absolutos o ninguno en la práctica, con lo cual, dependiendo del momento, del estado de ánimo, de las circunstancia que nos rodeen, hay diferentes formas de ver las cosas, por lo tanto, ateniéndose a la experiencia, se puede tener una idea más o menos aproximada de las respuestas que surgirían en diferentes situaciones, pero como decía, hay matices y dentro de estos matices, variaciones...

No es necesario ni siquiera aconsejable pasar del blanco al negro en un solo paso a riesgo de deslumbrarse, y desde luego presuponer que alguien va a tener una respuesta determinada a un estímulo concreto, es arriesgarse a equivocarse.

Creo que, en cualquier situación hay que relajarse y contemplar los hechos con distancia, cosa que difícilmente puede llevarse a cabo cuando se está en el ojo del huracán, con lo cual lo mejor es esperar a que todo se asiente sin dar pasos definitivos, dar tiempo al tiempo y después actuar serenamente. De esta forma pueden evitarse muchas tragedias y víctimas innecesarias.

No siempre un golpe de efecto, abundando en lo de los matices y variaciones, coloca lo lanzado en el lugar que se suponía, por eso no me gustan los golpes de efecto (excepto en tenis) sino la acción directa pero en su momento.

Y en la misma linea de que no existen los absolutos, no siempre se cumple la máxima de que a una acción le sigue una reacción…
.


No siempre...

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Este es uno de esos "relatos" que uno lee y piensa que se ha escrito personalmete para uno mismo; como esas canciones que a veces escuchamos, y sin quererlo, visualizamos en nuestra mente una secuencia de fotogramas reales de nuestra vida, que van ocurriendo, con exactitud, al mismo ritmo de esa música. Si todos esperásemos un poquito menos de cada una de las situaciones a las que nos enfreteramos en el día a día de nuestra vida, y las viviéramos y disfrutáramos sin más, seríamos más conscientes del camino que todos seguimos...y por ende, de nuestra felicidad.

Besitos
Montse

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con Montse totalmente. !Y que dificil nos resulta a veces la vivencia plena del presente!.Nos perdemos muchísimas cosas bellas por las prisas de pensar en lo que vendrá y ,sin embargo, tenemos todo delante de las mismísimas narices.
Un beso para tí y para Montserrat.
Nanita.

luz dijo...

Pues sí, Montse, Nanita. Las cosas son más sencillas de lo que las hacemos; la vida está llena de posibilidades, de diferentes matices que para apreciarlos hay que caminar serenamente, contemplar el "paisaje" y disfrutar de lo que hay...

¡Y nada de golpes de efecto!

Besos a ambas y a "los otros" jaja

Una mirada... dijo...

Pinceladas cromáticas... Y esas infinitas gamas de grises por las que, a veces, discurre la vida, a prudencial distancia de la luminosidad y la falta de ella.

Sí, la vida son matices que se plasman a través de múltiples técnicas en arte repetitivo donde el/la artista expone sus clarooscuros-

Hermosa metáfora la tuya, Luz.

luz dijo...

Creo que la grandeza, tanto del color como de la vida, está en los matices, en el gran abanico de posibilidades que existe para hacer de ella una aventura paso a paso.

Feliz domingo, Una mirada