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domingo, 22 de febrero de 2009

Madurez... HOY


HOY, llegado ya el otoño de mi vida, aunque el pasado sólo exista como parte del equipaje que me ha conducido al presente, me siento agradecida a algo a lo que no podría poner nombre, aunque tenga muchos, algo que me ha acompañado durante mi más de medio siglo de vida, en esta experiencia única que ha sido este viaje que comencé hace tantos años…

Alguien más joven me ha preguntado qué se siente cuando la vida va pasando (vamos a traducir por “cuando te haces vieja” para ser más exactos, je,je)… He afirmado tajantemente que el viaje no me ha cansado, que he trabajado lo que he podido, que me he equivocado en multitud de ocasiones, y he aprendido de ello, y reconozco también los aciertos que han llegado a través de esas experiencias que en su día pude calificar de negativas y que sumo a lo positivo, a mis creencias, que es en lo que se convierte todo cuando llega el momento…

He sido feliz, he sufrido, he amado en todos los aspectos… En el de pareja, he sido amada y he correspondido en unas cuantas ocasiones, cosa que agradezco enormemente porque, el coincidir con alguien tanto a nivel físico como anímico o espiritual, aunque sólo sea un instante en la vida constituye una experiencia única, y los finales, que han existido, nunca los he guardado en el baúl de los fracasos, sino que he procurado olvidarlos, o mejor, olvidar sus causas, dejando atrás rencores y acogiendo en mí la experiencia, pudiendo de esta forma, guardar en lo profundo del alma esos momentos que constituyen uno de los muchos tesoros que guardo en ese “rincón”.

Muchísimas experiencias más han integrado mi vida y configurado mi camino…

Y hoy, como decía, doy gracias por la juventud perdida, por la belleza física que quedó atrás dejando sólo su luz y valoro sin reservas el momento que vivo, momento que no cambiaría de poder hacerlo, por nada ni por nadie, por la paz y el equilibrio que me ha aportado, que constituyen el para qué del que tantas veces hablo…

Y HOY tengo que modificar las palabras del poeta…

Madurez, divino tesoro…

… Que te alojas en mi alma embelleciendo y haciendo buena la pasada juventud …

… Gracias por llegar a mi vida…

8 comentarios:

Anca Balaj dijo...

A tu edad no es el otoño de la vida todavía. A tu edad estás en pleno mes de agosto.

Por lo demás, estoy completamente de acuerdo contigo. Al menos en mi presente (yo estoy en el mes de julio) lo ganado es más que lo perdido. Los cuerpos ya no son lo que eran, pero el alma se hace más grande cada vez y te sorprende a dónde llegas y te sorprende no haber llegado antes, con lo fácil que resulta ahora llegar a algunas cosas. Y al mismo tiempo, con mucho por delante por aprender, sabes que no es el final, pero ahora sabes lo que te falta por aprender y sabes a donde te diriges, o sabes que no lo sabes. Incluso hay pérdidas que se agradecen, como el ímpetu ese demoledor que hace actuar sin pensar y te lleva a meter la pata tantas veces.

Bueno, hay más, hay mucho más de "divino tesoro" en esta forma de vivir el verano de la vida.

Un beso muy fuerte

luz dijo...

¿Sabes, ami? Creo que a tenor de lo vivido, después de llegar a este momento, hay tantas cosas que ya no me asustan, porque como bien dices, hay pasos que antes parecían insalvables y ahora resultan fáciles, y aún sabiendo que vendrán momentos complicados,estoy segura de que también pasarán dejando ese sedimento que tanto se agradece cuando se mira todo con la perspectiva de la experiencia.

Así que, cuando llegue el invierno, por duro que sea, estaré preparada para afrontarlo con ganas.

Un besito y feliz semana

desahogandome dijo...

Lo primero enhorabuena por el medio siglo (algunos vamos tb de camino... tan deprisa).

Lo segundo: envidia.

Lo tercero: envidia.

Lo cuarto: envidia...

Lo infinito: ¿por qué otoño?


un abrazo

luz dijo...

Hola "Desahog"

Creo que a este momento llegamos todos; es cuestión de tiempo, así que, si no has llegado, seguro que estás muy cerquita, y realmente, no tiene mucho que ver con la edad, aunque esto ayuda a base de darse más batacazos.

¿Otoño? ¡Me encanta! Está lleno de matices, de color... El ambiente en otoño, invita a tantas cosas...

Y no me duelen prendas en afirmar que tengo 55 años, y me enorgullecen mis canas aunque las tiña ¡no sabes lo que cuestan! Casi tanto como el equilibrio y la armonía...

En fin, todo está a nuestro alcance; no tiene un mérito especial más allá de aprender de la experiencia, pero ese resultado es muy agradable

Un beso

Anónimo dijo...

Hola Luz,

A mi parecer es una extraña pregunta... pienso que la respuesta es muy lógica y a la vez pienso que los años que cumplimos son maravillosos vistos de lo que significa la Sabiduria. Uno no solamente cumple años, sino que crece espiritualmete y toda esa riqueza no es cambiada por nada en el mundo!
Además pienso que la edad no esta sólo en el cuerpo, más que nada esta en el espirítu!

Gracias por visitarme, me ha encantado conocerte, te seguiré leyendo y siempre estas Bienvenida, cuando desees visitarme.

Un Abrazo.

luz dijo...

Hola Andrea:

He de reconocer que la pregunta entraba dentro del contexto de una conversación sobre el paso del tiempo en la que yo afirmaba que era mucho mayor la ganancia que la pérdida de esa juventud que se identifica con la belleza, y que la misma era reemplazada por otro tipo de belleza que quizá no se apreciara externamente.

Confieso que me encanta la madurez en la que me he librado de muchas cosas a las que antes daba importancia.

Estoy de acuerdo con lo que dices, la experiencia, el crecimiento espiritual y tantas cosas que nos hacen amar la vida por encima de todo, son alguna de las ventajas.

Gracias a ti, Andrea.

Un beso

Anónimo dijo...

El Otoño, la estación hermosa, fuerte... La que aplaca los excesos del verano y prepara el envoltorio de los sentidos para un posible extremismo invernal.

Ahí es nada, Luz, llegar al Otoño con tantas Primaveras y Veranos acumulados; con tantas nieves, heladas, vendavales. Con tantos libros acariciados, tantas imágenes retenidas, tantas experiencias prendidas en cada terminación nerviosa.
Una gozada, muchacha. Porque -y en ello está la grandeza-, llegar al Otoño y seguir emocionándose ante la aventura de cada día es un envidiable placer al que, ojalá, todos y todas podamos llegar con el mejor "liftin" que existe para las arrugas de los sentimientos: La ilusión.

Un fraternal beso.

luz dijo...

Es exactamente ese otoño, "Una mirada", al que me refiero... El momento en el que muchas dudas se han disipado, en el que todo está lleno de color y de matices.

Interiormente la juventud no se esfuma con el paso de los años, casi podría afirmar que sigue un proceso inversamente proporcional a lo externo si se ha vivido conscientemente, y se sabe que aún quedan tantas cosas por descubrir, tantas por coprender que la ilusión inunda el ánimo.

Un abrazo