
Cada cual tiene su particular percepción de la vida, del mundo en el que habita, del por qué de su manera de andar por el mismo, pero se me ha pasado por la cabeza la idea de que algo he podido transmitirte erróneamente cuando has afirmado que este mundo es un asco, que hay que pasar por el aro quieras o no, en resumen, que no te salen las cosas como tú pensabas…
No, ni se me ha ocurrido responderte que no lo es, porque sé que eso debes descubrirlo tú, pero he sentido un poco de ¿culpa? Por tu tristeza que soy incapaz de evitar y por lo que has ido “vomitando” a lo largo de la conversación.
¿Y si después no hay nada? Me dices mirándome fijamente como si yo tuviera respuesta para algo que llevo cuestionándome toda la vida. Lo único que puedo hacer es responderte con otra pregunta: ¿Actuarías de forma diferente si no lo hubiera? Sonríes y antes de que contestes, te disparo otra pregunta: ¿Eres como eres y haces lo que haces por lo que pueda haber o no cuando te marches de este mundo? Silencio largo, mirada en el horizonte, un cigarrillo que se enciende… Y después, categóricamente: ¡No!
Pues ahí tienes la respuesta…
Que nuestra libertad está condicionada, y no sólo en el aspecto físico, por diferentes motivos, creo que es un hecho incuestionable, pero pienso que la libertad, o mejor, la independencia se gana…
A ti y a mí nos pueden parecer muy mal los derroteros que este mundo transita, la poca conciencia social, la insolidaridad para los necesitados, la inflexibilidad con las diferencias ajenas e indudablemente actuamos (individualmente) en consecuencia y en conciencia, pero vivimos en este mundo, y no tenemos más remedio que movernos por él, con lo cual hemos de adaptarnos -sin traicionarnos a nosotros mismos- en la medida de lo posible.
Sí, el reparto de la riqueza es injusto, el sistema financiero está claramente dirigido a que los que más tienen se enriquezcan aún más, lo que potencia que el campo laboral se mueva por las mismas coordenadas.
El tributo que el ser humano, en general, paga a la vida puede parecer excesivo debido a la mediatización que ejercen los poderes establecidos, pero hay que trabajar para vivir; hay que relacionarse, hacer bien lo que se haga, más que como respuesta a una exigencia externa, simplemente por un mínimo de autoestima y coherencia y como estamos aquí por algo, poco a poco ir aprendiendo que dentro de lo que vivimos, en las labores que realizamos, existen aspectos positivos…
Así que no es una cuestión de pasar por el aro, es simplemente que dentro de todo este mare magnum en el que nos movemos, en mi opinión, hay que intentar vivir con honestidad y poner el corazón en lo que se hace, cambiar lo que podamos en nuestro propio entorno para en mayor o menor medida, sentirnos independientes y dueños de nuestras vidas.