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lunes, 17 de noviembre de 2008

Crónica simple de un día muy normalito


De repente me doy cuenta… Resulta que hoy, después de mucho tiempo, he sido feliz…Já… (que viene a ser incredulidad acompañada de media sonrisa) Me digo: ¿Por qué?

Y me respondo a mí misma que la felicidad no tiene un por qué, simplemente sucede, o no, pero explicación no tiene…

Sin embargo pienso en lo que he hecho a lo largo del día y lo cierto es que ha sido un día muy normalito, y aunque hace tiempo que ya no me ataca el famoso “síndrome del lunes”, una vez que admití que hay uno cada siete días, pero que no sólo el lunes se repite con esa periodicidad, sino también el resto de los días de la semana, con lo cual, y si se piensa, todos son iguales: días, al fin, que nos permiten vivir, y resulta que esa es nuestra principal misión en este mundo

He llegado tarde al trabajo, aunque una vez que me he dado cuenta de que sucedería, nada más abrir el ojo, porque yo los abro por etapas… Primero uno y luego otro… Pues bien, como decía, cuando he visto que eran las ocho de la mañana, lo que significa una hora más de lo debido, no he querido salir corriendo, ¿para qué? Si ya iba retrasada… ¿Qué ganaría con acelerarme más allá de un dolor de cabeza? Así que, incluso me he parado a tomar un café por el camino…

Durante la mañana he estado bastante calmada, claro… he dormido una hora más… Al salir del trabajo, me he entretenido, antes de irme a casa, en mirar libros en un puesto (por llamarlo de alguna forma) callejero que me he encontrado por el camino, y he comprado uno que no sé si llegaré a leer, pero el viejecito que los vendía me ha dicho que era muy interesante, y que como eran de segunda mano, aunque seminuevos, los daba a buen precio…

El ancianito era un amor, de lo más tierno, y prácticamente me ha contado el libro entero…Me ha gustado mucho su conversación y cuando le he pagado, le he pedido por favor que me dejara invitarle a un café y quería que le acompañara pero eran las cuatro y aún estaba sin comer, así que le he dicho que otro día…

Luego, al llegar a casa, he comido dos platos de verduras con pan de centeno… Y la verdad es que estaban buenísimas, y después unas nueces, café y un bombón, y ahora me doy cuenta de que he disfrutado un montón de todo lo que llevo contado hasta ahora…

Después de hacer un poco de limpieza, he jugado conmigo misma una partida de ajedrez y he perdido, pero no me ha importado…

Bueno, creo que termino aquí porque el resto es parecido, en realidad ha sido un día, como decía, de lo más normalito… Ah¡ Entre medias he hablado con gente que quiero mucho y me he alegrado de verles felices…

Bueno, pues… Sí… Un buen día…

Quizá haya terminado la mala racha... ¿Qué digo?

Sin duda ha terminado...

2 comentarios:

Anca Balaj dijo...

Creo que este es uno de los posts más maravillosos que has escrito nunca. He disfrutado de todas las cosas que has hecho como si yo fuera tú!!!!

Sabes que leer esto es una alegría para mi. Sí, ha terminado todo, vuelve la calma y el "perder" el tiempo disfrutando de ancianos y verduras y cualquier cosa que se cruce en tu camino.

Un beso muy fuerte

luz dijo...

Gracias, ami. Quizá haya llegado el momento de apreciar las pequeñas cosas, de no tener más pretensión que vivir el momento tal como se presente.

Un abrazo grande